La cantante Janet Jackson está a punto de lanzar nuevo disco, pero en sus conciertos más recientes resulta difícil verla luciendo ropas ajustadas o viviendo algún episodio embarazoso, como cuando Justin Timberlake dejó a la vista uno de sus senos durante la Superbowl en el ya legendario Pezongate. Tal y como ha declarado a The Sun una fuente cercana a Janet, “los días de bailes lascivos y letras con connotaciones sexuales son cosa del pasado” para la cantante, que se convirtió al islam a raíz de su boda con el empresario Wissam Al Mana en 2012.
Desde entonces, la hermana pequeña del malogrado Michael Jackson ha estudiado con detenimiento el Corán. “Siente que ha encontrado un hogar gracias a su nueva religión y así se lo ha transmitido a sus familiares, que respetan su decisión por completo”, asegura la misma fuente al diario británico.
Jackson, que termina sus conciertos con el tradicional ‘Inshallah’ (“Si dios quiere”), no podrá participar, sin embargo, en el festival iRadio de Las Vegas, en el que tenía previsto actuar este fin de semana. Una afección en el oído le impedirá volar para cantar en un evento en el que sí estarán Kanye West, Coldplay o The Weeknd, según informa el Review-Journal de la ciudad del estado de Nevada. Aun así, sus dos actuaciones previstas para octubre en la ciudad de los casinos siguen en marcha.
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