Sadomaso
David Carradine. Que el papel que le diera Tarantino en Kill Bill le fuera como anillo al dedo, no significa que su muerte fuera una crónica anunciada. Sin embargo, su entorno sabía de la pasión oculta de David por las prácticas sadomasoquistas. Su padre, John Carradine, también era conocido por sus pasiones sexuales raras y extrañas y parece ser que de ahí sacó su hijo el instinto, sólo que su final, ahorcado con una cuerda en la habitación de un hotel de Tailandia era difícil de prever.
Las orgías
Con las chicas del Madame Claude, y su dueña, Fernande Grudet, en la rue Marignan de Paris. Era el burdel más codiciado para obtener materia prima que no hiciera preguntas y se dejara la piel en satisfacer tríos para parejas como Jane Fonda y Roger Vadim o Aristóteles Onasis y María Calas. Las chicas llegaban de la mano de la Grudet, de la que se cuenta que reclutaba a las modelos más guapas de Dior, cobrándoles un 30% por la gestión. Para otros menesteres acudían también Marlon Brando, Alain Delon o el mismísimo Gianni Agnelli (dueño de la FIAT). Se cuenta que sus orgías terminaban con una misa obligatoria en la que Agnelli obligaba a confesarse a los participantes, dado su catolicismo ferviente.
Los conseguidores
Scotty Bowers, que sin cobrar ningún fee por la gestión, proporcionaba los mismos servicios pero especializado en lesbianas y gays y asegurando la total discreción. Sus clientes, Anthony Perkins, Rock Hudson o el matrimonio Charles Laughton (reconocido homosexual hasta por su mujer) y Elsa Lanchester. El primero los disfrutaba como venían: jóvenes y sudorosos. Por lo visto a Elsa lo que le gustaba era transformarlos, por una noche, en heterosexuales.
Ataduras, por favor
Rihanna, que se ha confesado un poco masoquista en el Rolling Stone, ya que le gusta que la azoten y que la aten a la cama mientras hace el amor con la pareja de turno. Y Eva Longoria, que lo pide con pañuelos de seda para evitar las marcas en las muñecas.
Relaciones de Parejas Libres
Will Smith y señora (Jada Pinkett) creen a pies juntillas en haz y no preguntes, una relación libre y abierta en la que cada uno puede acostarse con quien quiera. Tilda Swinton y John Byrne, por ejemplo, disfrutan con Sandro Kopp, de un saludable trío desde hace tiempo. Tilda vive con su marido, pero nunca abandona a su amante Sandro...y lo asumen con total naturalidad frente a los demás.
Detrás del cristal, el voyeur por excelencia
Elvis Presley. Enviaba a sus ayudantes a reclutar chicas por la calle... Se les prometía que intimarían con el Rey del Rock, pero el rey sólo quería verlas. Se iban sin que les hubiera puesto una mano encima.
En el armario
Katherine Hepburn, de cara a la galería mantenía una relación de 3 con Spencer Tracy, que nunca se divorció de su mujer, pero en el otro lado le pedía a Bowers que le trajera a chicas... hasta 150 servicios, que Bowers recuerde.
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