Demasiado tiempo lleva Charlie Sheen siendo protagonista de la actualidad por asuntos ajenos a su vida profesional. El que fue el actor mejor pagado de la televisión se ha convertido en una máquina de generar noticias y escándalos, sobre todo, sexuales. Primero fueron las cinco mil compañeras de cama que alega haber tenido, luego su afición por las playmates y las profesionales del sex, hace poco llegó la confesión del vih y ahora le toca el turno a la bisexualidad. El actor va a tener que hacer frente a una nueva información que le sitúan manteniendo sexo oral con otro hombre allá por 2011, con grabación incluida, claro. Las celebrities y su manía de dejarlo todo documentado.
Al parecer, la grabación en cuestión mostraría al actor fumando crack y dedicándose a practicarle sexo oral a su acompañante, según informan varios medios americanos. La cinta -bueno, dispositivo, que estamos hablando de hace cuatro años- formó parte de las pruebas que presentó el citado acompañante en una demanda contra Sheen por haberle contagiado de herpes. Demanda que pedía 20 millones de dólares al actor y que acabó en un acuerdo extrajudicial. El propio abogado del caso, Keith Davidson, ha querido desmarcarse de cualquier información asegurando que todo lo relacionado con el asunto ya fue archivado hace ya casi cinco años. Pero, ¿la cinta existe o no existe?
“A pesar de que había pruebas en vídeo en el citado caso, la grabación no se aproximaba a lo que se está describiendo”, ha asegurado el abogado. “De hecho, tan solo había una copia del vídeo relacionado con el caso y esa única copia fue destruida”. Aun así, la web Radar Online asegura haber visto una copia de esa cinta, ya que se devolvió a Sheen y se ordenó su destrucción, pero nadie garantiza que no hubiese otra grabación. Según la declaración del demandante, ambos quedaron, vieron porno, practicaron sexo oral y el actor le aseguró que no sufría ninguna enfermedad venérea. De no haber existido la grabación, tampoco tendría mucho sentido el acuerdo extrajudicial.
Aun así, ¿el revuelo actual a qué se debe? ¿A qué la cinta existió o no existió? Nada de eso. Todavía nos llevamos a la cabeza cuando un hombre, conquistador, triunfador y exitoso, reconoce su bisexualidad. Es un armario del que todavía no nos hemos librado. Toleramos y asumimos que las famosas reconozcan haber tenido algún tonteo con una amiga, alguna noche de esas de fraternidad americana, pero poco más. Es la fantasía heterosexual masculina de ver a dos mujeres juntas. Pero, ¿por qué tan pocos hombres populares se atreven a reconocer que han estado con hombres y mujeres? Pues por el mismo motivo que los deportistas tan solo hablan de su homosexualidad una vez retirados de la vida profesional. La discriminación, no más ni menos. Esa que nos quieren hacer creer que no existe.
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