Los realities de seguimiento llevan ya muchos años funcionando estupendamente en países como Estados Unidos, donde famosos y no famosos llenan horas de televisión gracias a sus interesantísimas vidas. No obstante, en España no acabamos de pillarle el punto, al menos en cuanto a celebrities se refiere. Tras el boom que supuso la llegada de formatos como ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, Granjero busca esposa o el reciente Adán y Eva, ahora le toca el turno a los programas protagonizados por famosos, siguiendo el camino iniciado por Alaska y Mario.
Las tres temporadas del reality evidenciaron que el público tiene ganas de conocer de primera mano la vida de sus ídolos y que el formato puede funcionar, siempre que se encuentre a un protagonista capaz de desnudar su rutina ante las cámaras. Eso sí, nada de galas interminables, ni de debates post-emisión -uno de los grandes errores de Cuatro con Adán y Eva-. Ahora, las opiniones están en Twitter. No queremos más.
¿Por qué algunos famosos son susceptibles a hacer un reality?
Evidentemente, si hablamos de famosos susceptibles de protagonizar un reality en nuestro país, dos nombres se nos vienen inmediatamente a la mente: Paula Echevarría y Sara Carbonero. Ambas están acostumbradas a la presencia de las cámaras, suelen compartir cada instante de su vida a través de las redes sociales y garantizarían un seguimiento masivo por parte de los telespectadores, ya sea para admirarlas o criticarlas. Tienen profesiones que les permitirían rodearse de un nutrido grupo de rostros conocidos y, para qué engañarnos, no les vendría nada mal económicamente. De hecho, el reciente vídeo que Sara Carbonero se ha grabado para celebrar el aniversario de su blog, donde muestra sus rutinas en un día cualquiera, no es más que un anticipo de lo que podría llegar a ser un reality. Pero ¿por qué esto no va a ocurrir nunca?
Creen que un reality desprestigia
En España tenemos en mente que participar en un reality es ser concursante de Gran Hermano. No nos damos cuenta que Kim Kardashian, sin ir más lejos, ha llegado a ser la celebrity más perseguida del mundo gracias a televisar su vida durante nueve temporadas en Keeping Up With The Kardashians. Tanto Sara como Paula son dos productos mainstream, destinados a un público mayoritario y que cuentan con el favor de las marcas para las que son imagen. Les podría más el miedo de perder los contratos en exclusiva que las ganas de acercarse a sus fans.
No están dispuestas a mostrar toda su vida
Un reality de seguimiento que no muestre escenas cotidianas no tiene ningún sentido. En el caso de Alaska y Mario, pudimos ver a la cantante sin maquillar, acudiendo a su cirujano plástico o cambiándose en el camerino. ¿Creen que Sara Carbonero estaría dispuesta a aparecer así en televisión? Tan sólo tenemos que fijarnos que en su reciente vídeo: aparece siempre bien peinada y maquillada -en algunos casos con un maquillaje muy básico, sí, pero arregladita-. Si lo que va a ofrecernos es lo mismo que podemos ver cada día en el telediario, más vale que no haga nada.
No podrían emitirse imágenes de los niños
Puede que Bustamante sí aceptara participar en el reality -no en vano proviene de uno, aunque en aquella época no aparecía nada de sus vidas fuera de la academia de Operación Triunfo-, pero tenemos claro que Íker Casillas no estaría por la labor. La vida profesional del futbolista ya es bastante convulsa como para meterse en jardines ajenos. Además, uno de los grandes atractivos sería ver la relación de las famosas con sus hijos y esto sería absolutamente imposible. Primero por la vertiente legal y segundo, porque se les excluiría por contrato para salvaguardar su imagen pública.
Acabarían exponiéndose demasiado a las críticas
Aparecer en un producto de estas características supone aceptar una sobreexposición pública a la que no pensamos que estén dispuestas. Una cosa es compartir una fotografía a través de Instagram y otra salir en prime time durante diez o doce semanas. Y si a Terelu por enseñar su casa en ¡Hola! le han llovido las críticas, ¿qué le podría pasar a Paula Echevarría o Sara Carbonero si se atreven a dejarse grabar? España no perdona y los famosos lo saben.
Sus rutinas son de lo más aburridas
Ser una buena profesional delante de la cámara no significa que tu vida sea lo suficientemente interesante como para ser grabada. Los amigos, familiares y demás personajes que pasaron por el reality de Alaska y Mario no sólo estaban a la altura de la pareja, sino que, en algunos casos, se convirtieron en auténticos roba planos. ¿Qué nos ofrecería Sara Carbonero? Imaginamos cenas con Jorge Javier Vázquez, discusiones en los pasillos de Telecinco, fiestas con los demás jugadores del Real Madrid y rutinas de belleza y dieta para mantenerse así de estupenda. Pero posiblemente, nos quedaríamos con las ganas.
Con este plantel, nos auguramos un futuro más que incierto, aunque no perdemos la esperanza. Nos encantaría ver un reality de Carmen Lomana, de Caritina Goyanes, de Ana Obregón, de Miguel Bosé o de Mercedes Milá. Pero uno de verdad, no como el que se montó Tamara Falcó en Cosmopolitan -y que no vio nadie-. España quiere ver. España quiere saber.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación