El cuidado de la imagen no es pura frivolidad. Sin necesidad de hablar transmitimos mucho de lo que vamos a decir y de lo que se espera de nosotros tan solo por la forma de vestir. La elección de un atuendo concreto, de un complemento o de un peinado determinado predispondrá a los que nos rodean hacia una valoración u otra de nuestra forma de ser. Luego ya nos tendremos que encargar nosotros de confirmarla, cambiarla o, directamente, dinamitarla si ocurre el caso. ¿Nunca han tenido una mala primera impresión que se ha suavizado con el tiempo? Pues, seguramente, la elección del vestuario de aquel encuentro tuvo mucho que ver.
Las excusas para no molestarnos en pensar lo que vamos a ponernos encima cada mañana son múltiples y variadas. Que si no tengo tiempo, que si no tengo nada que me guste, que si se trata de un capricho innecesario para llegar a fin de mes. ¡Cómo nos gusta autoconvencernos de las cosas! Aun así, no crean que están solos.
Los famosos, pese a tener todos los ojos puestos encima y una cuenta corriente más que suficiente, también caen en las redes del 'excusismo'. Cada semana nos sorprendemos con nuevos y llamativos estilismos en las páginas de las revistas. ¿Pero en qué están pensando? ¿Pero por qué nos someten a estas torturas?
Hoy vamos a coger el toro por los cuernos y nos montaremos nuestro propio Cámbiame con 10 celebrities que necesitan, urgentemente, una renovación de estilo. Ya pueden ir quemando todo su fondo de armario porque no les va a servir para nada. ¿Quieren ser jueces en este programa?
Kiko Rivera
El estilo actual de Kiko Rivera se podría resumir en camisetas XXL sin mangas, bermudas por debajo de la rodilla, zapatillas de deporte, gafas de sol reflectantes y gorras. Algo que, extrañamente, ha calado mucho entre una parte importante de la juventud y que al hijo de Isabel Pantoja le sienta como un tiro. El 'chandalismo' es cómodo pero no hay que abusar. Kiko debería reincorporar las mangas a su vestuario, hacer desaparecer las gorras y reinvertir sus ganancias en el 'Deluxe' en un estilo igual de llamativo pero, al menos, diferente. Camisas con estampados llamativos, pantalones largos y no tan anchos y potenciar la barba -que siempre viene bien para tapar otras cosas-. Seguro que el cambio sería evidente.
Terelu Campos
A la hija de María Teresa Campos le gustan los brillos, los encajes, las telas vaporosas y los vestidos cortos o muy cortos, algo que cuando era más joven podía permitirse estupendamente. Terelu, no pretendas seguir llevando la misma ropa que hace veinte años. No te sienta bien, asúmelo. Hay otros tipos de vestidos, que marquen más cintura y eviten la silueta tipo bloque de hormigón. No es complicado, tan solo hay que atreverse. Y ten en cuenta que las rodillas son una parte complicada de la anatomía y no todo el mundo las tiene bonitas. Ah, y los tops de satén con encaje déjalos para el dormitorio. Por tu bien. Por el nuestro.
Carmen Cervera
A Tita Cervera le pierde el estilo ibicenco. Pantalones de lino anchos, tops sueltecitos de colores vivos, rebecas, sombreros y zapatos de cuña. Todo combinado con un pelo imposible y un maquillaje todavía peor. Y cuando decide arreglarse un poco más, rescata uno de los modelitos de la década de los 80 y se lo planta como si se lo acabase de comprar. Muy bien, pero ¿y un cambio radical? Estamos convencidos que Tita tiene en su armario ropa más que suficiente para crear a la 'nueva Baronesa'. Un corte de pelo arriesgado, una buena mascarilla capilar, una limpieza de cutis y un destierro absoluto de la moda playera serían los ingredientes esenciales. Tita, una cosa es pasar quince días en el velero y otra muy distinta vestir como si siempre estuvieses en un yate.
Cristiano Ronaldo
El 'look futbolista' debería estar ya penado por ley. Cristiano Ronaldo tiene un físico espectacular -y lo que no, como los dientes, ya se lo arregló en su momento-, pero se empeña en malgastarlo con unas combinaciones de tejidos y brillos que dañan a la vista. No más gafas blancas, no más gomina, no más gorras, no más camisetas hiperajustadas, no más bronceado extremo. Se puede continuar siendo atractivo sin necesidad de ofender a los viandantes. Tampoco hace falta decantarse por un estilo tan conservador como el de Xabi Alonso pero se agradecería un toque de sobriedad. Seguro que Victoria Beckham tiene un rato para dedicarle. Si con su marido consiguió hacer milagros, ¿qué haría con Cristiano?
La infanta Elena
El mundo entero aplaudió la llegada de Jaime de Marichalar a la vida de la infanta Elena. Gracias a sus conocimientos de moda, cambió el estilo campestre por uno mucho más refinado -ver fotografías de la juventud de las infantas Elena y Cristina nos pone los pelos de punta-. El problema es que, una vez separada, la hermana del Rey ha vuelto a las andadas. Continúa sacando del armario algunos modelitos, pero en general, se ha abandonado como nunca. Melena encrespada, sombreros que no sabemos de dónde ha sacado y cuellos de cisne propios de otras décadas muy lejanas. Debería encontrar un nuevo amor que le quite el 'look amazona' de la cabeza.
Fran Rivera
Sabemos que los estilistas de Cámbiame se negarían a trabajar con Fran Rivera ya que este tiene un estilo más que definido y muy acorde a su personalidad. El torero es el típico señorito andaluz, que pasa de ser un muchacho casi adolescente a un señor de cierta edad en cuestión de pocos meses. Fran ha envejecido mucho, pero mucho, mucho, y todo por culpa de su elección estilística. Fuera polos, fuera pantalones sin forma, fuera chaquetas polvorientas y fuera esos collarcitos tan poco estéticos. ¿No habrán aprendido nada de su hermano Cayetano? Nos gustaría verle con otro peinado, con barba, con unas camisas más acordes a su edad, con unos zapatos más atrevidos, algo que le dé un poco de vida. ¡Si es que solo tiene 41 años!
Ana Obregón
Tenemos una duda que no nos deja dormir. Les señoras de cierta edad, ¿nacen o se hacen? ¿Cuándo uno deja de comprar ropa juvenil para plantarse el cardado y un dos piezas azul tornasolado? Ana Obregón, sin duda, continúa nutriendo su armario en la planta de moda joven. La bióloga considera que para continuar pareciendo una veinteañera debe enseñar todo lo que pueda y apostar por prendas muy ceñidas y muy vistosas. Y no es que no tenga tipo para permitírselo, es que roza el ridículo en la mayoría de sus apariciones. Ana debería ser un poco más consciente de su efecto estético en los demás y jugar con esas bazas. Podría elegir cualquier cosa y, seguramente, le quedaría bien, pero siempre acaba cayendo en lo peor. Cámbiame urgente ya.
Chenoa
El mayor problema de Chenoa es que no encuentro su sitio en ninguna parcela de su vida. Ni en el ámbito profesional, ni el de su situación sentimental, ni, desde luego, en sus elecciones estilísticas. La cantante ha pasado por todo tipo de modas, todo tipo de complementos y todo tipo de tendencias, sin importarle si le sentaban bien o mal y sin aprender nada durante el proceso. Hemos visto en ella tantos horrores estéticos que no seríamos capaces de enumerarlos. Aun así, de vez en cuando acierta. Confiemos en que no vuelva a sacar las gorras del armario, ni los pantalones anchos, ni los chalecos. Todo liso, entallado y sin estridencias. Su personalidad no necesita muchos adornos.
Belén Esteban
Leíamos hace pocas semanas que las estilistas de Telecinco tan solo visten a los presentadores de la cadena, que los colaboradores llevan su propia ropa y, claro, viendo a Belén Esteban es más que evidente. La de Paracuellos muere por un mercadillo. Para ella, eso es ser la princesa del pueblo. Y no es que la ropa cara sea mejor que la barata, por supuesto que no, pero tampoco hay que volverse loco en ninguno de los dos extremos. Belén ha cambiado mucho físicamente pero no ha modificado ni un ápice de su estilo. De hecho, lo ha extremado. Cuando todavía era la novia de Jesulín de Ubrique, la colaboradora vestía más serena, con menos ansia de dejar claro que lo suyo cuesta menos de 2 euros. Ojalá un cambio de peinado, unas mechas mejor puestas, un maquillaje menos marrón y un estilo más cuidado. Se puede vestir para el pueblo sin necesidad de soliviantar al pueblo. Ah, y ya vale de bolsos con flecos.
Penélope Cruz
Las estrellas de la era dorada de Hollywood nunca aparecían sin su 'uniforme de estrella'. No importaba cual fuera la ocasión, que los actores y actrices siempre lucían impecables, como recién salidos del set de rodaje. Eso ya ha pasado a la posteridad. Ahora las estrellas son como ustedes, como cualquier hijo de vecino. Un día están en la alfombra roja de los Oscar y al día siguiente se plantan un moño y chuperretean el biberón de su hijo en un parque público. Penélope Cruz sigue siendo aquella chica de Alcobendas que soñaba con ser actriz y así viste en su día a día. Eso sí, no duda en ejercer de diseñadora para varias marcas. ¿En serio creen que nuestra Pe tiene algo de estilo propio? ¡Qué sería de ella sin los estilistas profesionales!
El jurado ha dictaminado. Ahora está en su mano el cambiar. ¿Creen que nos harán caso?
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