Todo porque Bonds acaba de celebrar cien años protegiendo las partes más íntimas de los australianos y ha querido celebrarlo con una sesión de fotos muy especial. Para ello, han reunido a algunos de los embajadores que durante los últimos años han sido imagen de la marca. Entre ellos, como no podía ser de otro modo, Miranda Kerr ocupa un lugar muy especial.
La top aparece en el centro de la imagen, delante de sus compañeros, con un sujetador y una braga de talle alto negros, y sugerente como siempre. Con la cadera inclinada y una mano sobre ella, Kerr abandera a modelos como Ruby Rose, Kelly Gale, Samara Weaving, Rachael Taylor, Elyse Taylor, Jack Vanderhart y Sarah Stephens, que lucen algunos de los diseños más característicos de la firma.
En declaraciones al diario de Sidney Daily Telegraph, Kerr mostró su orgullo por volver a colaborar con Bonds después de su primer trabajo para ellos, que tuvo lugar hace doce años. “Todos hemos llevado Bonds alguna vez en nuestras vidas y por eso ha sido genial volver a conectar con la marca”, asegura.
En la entrevista con el periódico australiano, Kerr también dio detalles sobre su relación con su propio cuerpo después de ser madre: “Tras dar a luz, asumí que mi cuerpo podría volver a ser como antes, pero todo se resume en tener buena salud”, asegura. Para Kerr, la maternidad ha sido toda una experiencia que acepta con todas sus cargas: “Me encantó tener barriga y si me salieran estrías, al final no importaría”.
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