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Los matrimonios reales se tambalean: ¿peligran las monarquías europeas?

La caja de Pandora se ha abierto en el seno de las casas reales del viejo continente. Los escándalos les salpican y los vientos de crisis conyugal golpean a buena parte de sus matrimonios. Pocas parejas se libran del azote de los rumores de distanciamiento. Lo llamativo es que Felipe y Letizia, Mette Marit y Haakon, Alberto y Charlene, y Felipe y Matilde parecen haberse puesto de acuerdo para hacer frente al mismo tiempo a las noticias que sobre ellos se publican. Y es que cualquier información que tenga que ver con sus relaciones despierta auténticas pasiones.

Alberto y Charlene, crisis antes de la boda

La pareja formada por Alberto de Mónaco y Charlene ha generado infinidad de titulares antes incluso de contraer matrimonio. Los medios se hicieron eco de los intentos de la ex nadadora por intentar huir de una boda que finalmente se celebró en julio de 2011 entre rumores de crisis y la presencia de hijos bastardos del príncipe monegasco.

La inexistencia de un heredero en el matrimonio tres años después del enlace y las ausencias de Charlene en numerosos actos oficiales de gran trascendencia internacional -como la coronación de los reyes de Holanda- han alimentado más si cabe esos rumores de distanciamiento en la pareja.

Pero incluso la prensa ha llegado a hablar de infidelidad. En los últimos tiempos Charlene se ha dejado acompañar por un exjugador de rugby, Byron Kelleher, que dirige la parte deportiva de la fundación que la mujer de Alberto tiene en Sudáfrica. En cualquier caso, no corren buenos tiempos para los príncipes de Mónaco.

Mette Marit y Haakon acallan los rumores

Cuando se anunció que Mette Marit de Noruega sería operada de un prolapso en la nuca, a finales del pasado año, y que por esta razón permanecería alejada de la vida pública durante algunos meses, muchos vieron en este hecho una brecha en su matrimonio con Haakon.

Pero lejos de amilanarse, los herederos noruegos están empecinados en acallar esos rumores de distanciamientos que, ciertos o no, se han extendido como la pólvora. Por eso decidieron hacer una escapada sin hijos a un lugar paradisíaco, las islas Maldivas, a razón de 1.500 euros la noche. Hubiera o no crisis, las instantáneas de su viaje les han venido muy bien a ambos para acallarla.

Felipe y Matilde de Bélgica, salpicados por el escándalo

Cada cierto tiempo vuelven a resurgir las dudas sobre el matrimonio del ya rey de Bélgica, Felipe de Brabante. Cuando subió al trono, hace tan sólo unos meses, proliferaron las informaciones acerca de las verdaderas razones de su boda y, por tanto, de la naturaleza de su relación con su esposa Matilde.

Medios de todo el mundo y biografías no oficiales pronto se hicieron eco de la supuesta homosexualidad de Felipe de Bélgica e, incluso, recogían una intensa relación que habría mantenido con un aristócrata belga, y a la que puso punto y final su padre, Alberto II, al acceder al trono, forzándole además a casarse con Matilde, una noble muy bien considerada.

Felipe y Letizia, rumores constantes

A los príncipes de Asturias, herederos de la corona española, los rumores de crisis les han perseguido prácticamente desde el inicio de su matrimonio. Aunque esto ocurre desde hace años, lo cierto es que en los últimos meses las noticias acerca de un distanciamiento entre ambos se han disparado sobremanera.

Ya a mediados del pasado año se desataron todas las alarmas de una situación que estaría latente desde hace años. Ocurrió cuando el diario más monárquico de España, Abc, publicó una información que, por ende, adquirió más credibilidad si cabe. En ella se relataba cómo el príncipe y su esposa hacían salidas privadas cada uno por su lado e incluso iniciaban sus vacaciones estivales por separado. El acto oficial en Buenos Aires para apoyar la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2020 marcó un punto de inflexión y las aguas volvieron a su cauce. El cambio de estrategia surtió efecto y calmó los ánimos por un tiempo, porque desde hace unas semanas los rumores de crisis han vuelto a cobrar fuerza.

Las broncas públicas de la princesa Letizia parecen ser una constante. La situación ha llevado incluso a Zarzuela a tomar una decisión insólita: reconocer que en el matrimonio de los príncipes existen “altibajos”, unas “diferencias normales al llegar a los 10 años de casados”, matizan.

Ante estos hechos, la maquinaria de Casa Real se pone en marcha para contrarrestar las informaciones que van en esta línea. También los príncipes se esfuerzan más, si cabe, en dar una imagen de unidad y reconciliación. No en vano, hace unos días acudían a cenar a un conocido restaurante de Madrid para celebrar a solas y en un ambiente íntimo el 46º cumpleaños del heredero al trono patrio.

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