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¿Famosos infieles? Más de los que imaginas

Cada nuevo anuncio de separación desata los inevitables rumores sobre las infidelidades. No nos conformamos con saber que se les ha terminado el amor, o que la llama de la pasión hace mucho que desapareció, no, necesitamos una buena historia de celos e infidelidades para creernos la historia. Nos ha pasado con Ben Affleck y Jennifer Garner, con Sean Penn y Charlize Theron y parece que la separación de Nieves Álvarez no va a quedarse sin sus rumores. Un clásico que nunca desaparece.

Pese a la ola de calor y a la proximidad de las vacaciones -si no es que ya las están disfrutando-, la crónica social no descansa. Cada semana nos metemos en una montaña rusa de nacimientos, polémicas, fotografías subidas de tono en Instagram y separaciones. Sí, divorcios, ceses temporales de la convivencia -la mayor aportación de la Infanta Elena al lenguaje popular- y romances que terminan de la noche a la mañana. Los famosos también sufren los estragos de la rutina, las responsabilidades y estas altas temperaturas que nos obligan a estar todo el día encerrados en casa. Aunque parezca mentira, ellos son humanos como nosotros y sufren como todo hijo de vecino. La ventaja es que pueden superar sus rupturas en un paraíso tropical o en una fiesta exclusiva

Estas semanas, de hecho, han sido especialmente trágicas para el amor. Mientras algunas parejas pasaban por el altar para afianzar su compromiso -como la modelo Helen Lindes y el jugador de baloncesto Rudy Fernández-, otras muchas anunciaban que emprendían vidas en solitario. Nieves Álvarez y su todavía marido Marco Severini lo hacía a través de un comunicado, pese a que al día siguiente se les pudo ver todavía juntos. ¿Así cómo vamos a creer en el amor para toda la vida? Si los famosos se divorcian, ¿cómo no lo vamos a hacer los simples mortales? La top negaba, eso sí, cualquier tipo de infidelidad. Nada de terceras personas entre medias. Algo que no pueden decir otros famosos, demasiado proclives a dejarse llevar por el amor libre y acabar perdiendo el hilo de la fidelidad....

 Ben Affleck

Entre las últimas separaciones que han conmocionado a la opinión pública se encuentra la de Ben Affleck y Jennifer Garner. La pareja parecía que iba a durar toda la vida. De hecho, la actriz había conseguido que Affleck sentara la cabeza y recuperara el rumbo de su carrera profesional. Pero nos equivocamos. Después de diez años de matrimonio, las supuestas infidelidades del actor han colmado la paciencia de su mujer. Según cuentan sus allegados, el actor le aseguró que en los últimos años había roto su compromiso matrimonial. Una forma muy fina de referirse a las infidelidades. Así no, Ben, así no.

Sean Penn

Ahora que ya no hay vuelta atrás ya podemos decir que nunca nos acabamos de creer la pareja formada por Sean Penn y Charlize Theron. Sí, seguro que estaban muy enamorados y que la atracción física era innegable, pero de ahí a aguantar toda la vida juntos... El actor no es precisamente el más fiel del mundo, y si, encima, se le cruza la doble de Theron en la última entrega de Mad Max, pues se acaba como se acaba. Tal vez pensó que era su novia cuando, en realidad, solo era otra que se le parecía mucho. La guinda que hizo que la relación saltara en pedazos. Era de esperar...

Marc Anthony

Pues en este caso, parece que las infidelidades ocurrieron por las dos partes. Marc Anthony y Jennifer López se reencontraron varios años después de conocerse y se enamoraron apasionadamente. Tan fuerte fue su compromiso que acabaron casándose y teniendo hijos. Pero los rumores sobre terceras personas fueron constantes durante sus años de relación. A ella se le adjudicaba todo hombre el que se atrevía a compartir relación profesional, mientras que el cantante tonteó -o algo más- con una azafata muy predispuesta. El resultado era más que evidente: acabaron rompiendo.

Jude Law

Parecían la pareja perfecta. Guapos, rubios, exitosos y con una carrera a sus espaldas que les llevaba directos al Olimpo de Hollywood. Lo único con lo que no contaba Sienna Miller es con la afición de Jude Law por ligar. Cuando estaban a punto de pasar por el altar, la actriz descubrió que Law le había sido infiel con, ni más ni menos que la niñera de sus hijos. ¡Pero bueno! ¿No había nadie menos relacionado con la familia? La actriz trató de quitarle hierro al asunto, pero, finalmente, no puedo superarlo.

Alejandro Sanz

Cuando uno es un sex symbol desde su más tierna juventud, imaginamos que debe estar acostumbrado a que le persigan las fans, incluso hasta dentro de su habitación de hotel. Alejandro Sanz tuvo que reconocer que su hijo Alexander era fruto de una relación extramatrimonial que tuvo mientras estaba casado con la modelo Jaydy Mitchell. Sanz había mantenido la paternidad en secreto por expreso deseo de la madre, pero al final lo reconoció todo a través de un comunicado. De infidelidad nunca se habló, pero las fechas coincidían con su relación con Mitchell.

Hugh Grant

Al actor Hugh Grant le airearon la infidelidad a los cuatro viento. Corría el verano de 1995 cuando la policía estadounidense pillaba in fraganti al actor con una prostituta -Divine Brown- y ambos eran detenidos. La noticia saltó a todos los periódicos, acompañada de la fotografía de la ficha policial del actor. Por aquel entonces, Grant salía con la actriz y modelo Liz Hurley. En un primer momento, trataron de salvar la relación, pero no fue posible. El actor pidió perdón públicamente y poco a poco, rehizo su vida.

Charlie Sheen

Todo lo que rodea al actor Charlie Sheen es sinónimo de polémica. A sus problemas con el alcohol y los excesos, se le han unido sus dificultades para mantener una relación estable. Ya la actriz Denise Richards, que fue su mujer durante cuatro años solicitó el divorcio alegando que el actor había sido infiel en repetidas ocasiones. A partir de ese momento, muchas han sido las parejas de Sheen que han terminado dejándole por la misma razón. Eso explica, claro, que alardee de haber compartido intimidad con más de 5.000 mujeres.

Tiger Woods

Era el vivo ejemplo del sueño americano hasta que todo se truncó y se convirtió en una pesadilla. El golfista Tiger Woods tuvo un desafortunado accidente de coche que fue el desencadenante de una polémica inesperada. El motivo del accidente había sido el nerviosismo de Woods tras haber mantenido una agria discusión con su mujer por culpa de una infidelidad del deportista. A partir de ese momento, decenas de mujeres salieron a la luz afirmando que también habían mantenido relaciones con el golfista. Woods acabó en tratamiento para curar su adicción al sexo y pidiendo perdón públicamente en repetidas ocasiones. Su carrera profesional también se resintió con tanto escándalo.

Ronaldo

Llevar el nombre 'Ronaldo' parece ser sinónimo de poco compromiso sentimental. Si los rumores apuntan a que Irina Shayk rompió su relación con Cristiano Ronaldo por sus infidelidades repetidas, otro Ronaldo antes que él también había protagonizado más de una polémica por el mismo motivo. La salidas nocturnas del jugador, además de aquel famoso cumpleaños al que asistió, entre otras, Vania Millán, le ocasionó unos cuantos quebraderos de cabeza con la que era su pareja por entonces.

Carlos de Inglaterra

Nadie hubiese pensado, hace unos años, que la historia de amor entre el príncipe Carlos de Inglaterra y Camilla Parker Bowles acabaría como ha acabado. Las infidelidades del heredero a la Corona acabaron en primera página de todos los periódicos -¿quién no recuerda aquella romántica declaración en que Carlos le decía a Camilla que quería ser su tampax?- y convirtieron a Lady Di en la sufridora por excelencia. Al final, tras la muerte de la princesa y el beneplácito de la Reina Isabel, Carlos consiguió casarse con Camilla y que el pueblo británico aceptara el matrimonio.

 Bill Clinton

Nadie ha hecho tanto daño a los becarios como Monica Lewinsky. El affaire entre el expresidente Bill Clinton y la becaria estigmatizó al colectivo de forma permanente. La famosa mancha en el vestido y el debate entre lo que era relación sexual y lo que no nos entretuvieron durante unos cuantos años. Clinton consiguió que su mujer, Hillary, le perdonase y aguantase el chaparrón mediático con estoicismo. Ya nadie podrá decir que es becario o becaria sin despertar las bromas con segundas intenciones entre sus allegados. Gracias, Monica...

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