La burbuja bloguera ha vuelto a explotar
Si primero fue la de los blogs anónimos, esos diarios virtuales que todo hijo de vecino abría de forma gratuita para contar sus peripecias -como si le interesaran a alguien-, ahora le ha tocado el turno a los de las celebrities. Y, sinceramente, ya era hora. Durante los últimos años, hemos observado como todo tipo de portales fichaban a famosos de muy diverso pelaje para conseguir atraer visitas y generar noticias y exclusivas de una forma económica. Una treta novedosa y de lo más cómoda, a juzgar por la relación prácticamente nominal entre muchas famosas y sus blogs -no nos vamos a creer que alguien incapaz de unir dos frases en directo pueda redactar textos de siete párrafos con rapidez, estilo y corrección-. Pero como todo negocio emergente, no han sido pocas las dificultades a las que sea ha enfrentado.
A día de hoy, no queda cabecera de revista de moda o de crónica social que no tenga a sus blogueras estrellas. Son tantas las opiniones que resulta imposible atenderlas todas. Y el problema es que tampoco es necesario. En todas se repite el mismo patrón. Publicidad de todas aquellas marcas que contribuyen económicamente al sustento de su familia, recomendaciones de tiendas de precios desorbitados, estilismos creados por un estilista, posts para felicitar el cumpleaños de cualquier allegado y, de vez en cuando, una receta de cocina para las más hogareñas. Así de intercambiables son. Y eso, sin duda, es un handicap a la hora de triunfar. ¿Cuánto tiempo puede estar alguien visitando un espacio que le ofrece siempre lo mismo? Pues, viendo la situación actual, unos pocos años, que ya es mucho.
El hastío generalizado con los blogs de famosas no ha perdonado a nadie
Sara Carbonero llegó dispuesta a canalizar toda la popularidad estilística que le había dado la televisión y ofreció un producto mediocre, soporífero y falto de interés. La obligación se intuía a través de sus propios textos -por no hablar de la de Iker Casillas, ajeno al blog pero siempre presente-. El cambio de ciudad, el abandono temporal de la televisión y sus nuevos menesteres hacen muy complicada su continuación. Algo que, sin duda, no le pasará a Paula Echevarría. Su afición por fotografiarse diariamente para compartir sus estilismos la ha situado como una de los iconos de moda del país -así va el país- y ha servido para sentar las bases de un negocio del que no piensa renunciar. Su familia perfecta junto a David Bustamante, sus photocalls, sus anuncios de televisión, todo se apoya en la influencia que ejerce en millones de lectoras. Si esto termina, se acaba todo lo demás. Actrices de televisión hay muchas. Incluso más jóvenes y más monas.
Paula ha sobrevivido al 'copy Paula'
Aquel escándalo que destapó que la actriz se inspiraba profundamente en otras blogueras anónimas para diseñar sus estilismos es u capítulo que ha quedado atrás. Le pasó factura, claro -acabó enfadándose y mostrando una cara nada acorde con la felicidad constante de la que hace gala-, pero lo superó sin mucho problema. Ahora es el paso del tiempo el que hace mella en su reinado. Incluso Cristina Pedroche, una recién llegada el mundo de los blogs, consiguió saturar el servidor de su cabecera, la revista Hola, con la primera entrada. Contra esto Paula no tiene nada que hacer. Y eso que su fórmula es sencilla. Cuatro frases introductorias, sin prestar demasiada atención a las normas gramaticales, y una serie de fotos desde diversos ángulos. El problema es hacernos creer que se trata de algo espontáneo, que no hay un estilismos al lado o que, en realidad, son sus looks de cada día. ¡Qué levante la mano quien crea que no hay ningún tipo de producción en todo esto!
Las famosas continúan generando búsquedas y visitas, pero nadie las lee
El secreto es posicionar el blog en cuestión como el primer resultado en Google y acumular clicks, sin tener en cuenta, claro que de todas estas visitas son una minoría las que pierden tiempo leyendo cualquier texto. Y no se les puede echar la culpa a los huidizos, ya que el contenido que ofrecen todas estas celebrities es, cuanto menos, vergonzoso. ¿Y si apostamos por famosos que, de verdad, tengan algo que decir? ¿Acaso no hay estrellas con discurso propio y opinión fundada? ¿Es necesario seguir tratando a los lectores como idiotas? No confiamos en que el plantel de famosas blogueras que tenemos en la actualidad sea capaz de reinventarse y ofrecer novedades a sus fans -y sobre todo, a los que no lo son tanto-, aunque tampoco perdemos la esperanza. Cosas más extrañas hemos visto. A la vicepresidenta del gobierno bailando, or ejemplo.
Juntemos las manos y hagamos un llamamiento. Paula, Sara, Cristina, Vanesa, Alejandra, Eva, Tamara, por favor, dejad de aburrirnos con más de lo mismo. Innovad, arriesgad, ofrecednos algo que no llevemos años viendo. Esa será vuestra única salvación. Si es que queréis hacerlo, claro. De rentas siempre se vive mejor...
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