Carla Goyanes: “He tenido mucha suerte de encontrar a mi marido”. Si les apetece retroceder treinta -incluso cuarenta- años en el tiempo, no se pierdan la entrevista a Carla Goyanes, “empresaria”. La hija de Cari Lapique está muy realizada por haber encontrado a su marido y nos ofrece declaraciones tan maravillosas como: “Ahora, que estoy embarazada, él hace más del 50%, y cuando no viaja y no tenemos ayuda en casa, también está muy implicado, incluso también más del 50%”. Pero esperen, que hay más. “La educación privada es más personalizada y la pública permite que los que no tienen medios económicos puedan acceder a ella. Mi colegio era de francés, de monjas, y estaba muy bien de precio”. Y como remate final: “Los hombres se plantean el trabajo como una responsabilidad para que no le falte nada a su familia. Las mujeres valoramos otras cosas”. Entienden que no pueda continuar leyendo, ¿no? Esto no puede ser real (Diez Minutos).
Pepón Nieto: “He hecho casi todas las dietas. Los gordos siempre queremos adelgazar”. Cuando pensaba que iba a resultar imposible, he encontrado una entrevista sincera, donde el personaje no trata de vendernos algo que no es. Pepón Nieto cuenta que se ha dejado barba para esconder la papada y que ha hecho todas las dietas, porque siempre ha querido estar delgado, pero que una vez que adelgazó mucho, se veía feo. Y miren, nos ha conquistado. ¡Claro que sí! Cuando uno tiene el cuerpo hecho a una cosa, hay que asumirlo y continuar viviendo. Nada de bobadas de “no me operaría nada porque me gusta la naturalidad” o “me gusta la moda, soy muy presumido y me compro treinta fulares”. Ya vale de tomarnos el pelo, señores. Seamos sinceros por una vez (Diez Minutos).
Carolina, lección de estilo veraniego. Hay quien cría la fama y hay quien carda la lana. Y Carolina de Mónaco es de las primeras. Ser hija de Grace Kelly parece ser mérito suficiente para convertirse en un icono de estilo, aunque vayas hecha una facha. Y eso le pasa a Carolina. A ver, ¿qué lección de estilo veraniego es ir con unos pantalones cortos blancos de señora que va al mercado, una camisa azul abierta por abajo dejando al aire el ombligo y unas sandalias de piel que, en realidad, parece polipiel? ¡Si así es como va todo el mundo! Ah, también lleva un bolso de esos de paja con macramé. Vamos, lo típico. No fomentemos los tópicos cuando no toca, por favor (Semana).
María Patiño: “No me he operado el cuerpo, pero lo haré si hace falta”. El verano tiene un nombre: María Patiño. La periodista se ha quitado a Terelu de un plumazo, se mueve como pez en el agua presentando el Deluxe, tiene un novio alto, guapo y moreno y encima, luce tipazo. ¿Qué más se puede pedir? ¿Arreglarse un poco la nariz? Ya lo ha hecho, este mismo año se ha tocado la puntita pero “casi no se nota”. Miren, somos fans de la Patiño. ¡Cómo para no serlo! ¡Si fue concursante de Amor a primera vista cuando tenía 21 años! No me digan que no es para hacerle un altar (Lecturas).
Carmen Lomana: “Nunca me había imaginado volver a ilusionarme de esta manera”. Este verano se llevan las maduritas. Entre el romance de María Teresa Campos y Bigote Arrocet -que ya nos está cansando un pelín- y el nuevo amor de Carmen Lomana, lo tenemos claro: los 60 son los nuevos 20. Como quinceañeras, estas veteranas mujeres ríen sin parar cuando se les pregunta por sus amores. ¿Serán mariposas en el estómago? Vamos a suponer que sí. Pero algo nos inquieta. El novio de María Teresa se llama Edmundo y el de Carmen, Edmond. ¿Coincidencias del destino? (Love).
José Campos y Marian Sousa. Últimas vacaciones antes de ser padres: “Nuestra hija se llamará Martina”. ¿Y a quién le importa? Ya saben que tengo una cruzada personal contra las informaciones relacionadas con José Campos. No precisamente por el personaje -podría tenerla con otros muchos-, pero no entiendo a qué viene todo esto. El ex marido de Carmen Martínez Bordiú no interesa a nadie. No es noticia, no es relevante y nos da absolutamente igual que su hija se vaya a llamar Martina. ¿Hay que gastar dinero en estas cosas? ¿No se puede hacer una donación a una ONG y dejar a José Campos y mujer tranquilos en su casa? En fin, ¡qué aburrimiento! (¡Hola!).
El gran susto de Kate Moss en Formentera: la corriente alejó de la orilla a su hija. A ver, ¿nadie le ha dicho a Lila Grace eso de “no te alejes de la orilla”? Resulta que Kate Moss, su hija y un acompañante, que a juzgar por la forma física debe ser su guardaespaldas, estaban disfrutando de un día de playa cuando la niña se puso a nadar y la corriente se la llevó mar a dentro. Kate se puso hecha una furia, empezó a gritar, se desesperó, lloró y, al final, no pasó nada. Chica, para llevar mes y medio en Ibiza, poco hemos aprendido del mar. Esperemos que alguien le haya dicho que no se bañe después de comer, que se le cortará la digestión (¡Hola!).
Esta semana en “¿Qué has hecho, Terelu?”, estamos un poco decepcionados. Resulta que cuando ya pensábamos que la colaboradora se había instalado en Madrid, dispuesta a retomar su rutina laboral, nos enteramos de que sigue en Marbella. ¿Pero esto qué es? Si la vimos en la estación del AVE diciendo que ya se le habían acabado las vacaciones. ¿Nos mientes, Terelu? Eso no está bien. Ahora, lo que tampoco está bien es que, teóricamente, llevas entrenando cinco veces a la semana desde que abandonaste la televisión y te vemos peor que al principio -y tómense lo de “peor” como un cumplido-. ¿Qué entrenamiento es ese? Que alguien nos lo explique, por favor. Y, de paso, que nos diga la dirección del gimnasio para no ir. Por cierto, ¿y el libro que nos prometiste? ¿Está ya en la editorial? En serio, Teresa Lourdes, nos tienes muy poco satisfechos.
Jorge Javier está enamorado. Mucho. Pero el tío se hace el duro. Y miren, hace bien. En esta época de Bustarrías, de declaraciones sacadas de tarjetas de felicitación vía Instagram o de besos y más besos en Twitter, está bien que las celebrities -porque Jorge Javier es una celebrity- se muestren indiferentes al amor. Esta semana, nuestro presentador favorito se queja de que su novio ronca y, además, sueña que le pierde de vista. Me dirán que eso no es amor. “Uno de los sueños que más se repiten cuando estás en pareja es que el otro o la otra desaparezcan una temporada. Cuando el sueño se cumple te das cuenta de que es menos agradable de lo que imaginabas. P. se ha largado porque no le gusta llegar y ponerse a trabajar al día siguiente, dice que necesita sus tiempos. Yo, que soy más ansioso, he preferido quedarme y llegar el día antes de mi incorporación. Se largó el sábado y en cuando lo vi despedirse desde el taxi ya me dio un pellizquito el corazón”. ¿Jorge Javier solo en Los Ángeles? Eso sí es un peligro (Lecturas).
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