Uniqlo, la marca estrella de Fast Retailing, dispone desde principios de abril de una tienda con 2.700 relucientes metros cuadrados en Berlín. No está esa superficie en cualquier zona de la capital alemana, pues la marca de ropa ha elegido para instalarse el número 7 de Tauentzienstrasse, una de las calles comerciales más célebres de la ciudad. Allí, su ropa se expone a una ‘mayor población’, que integran berlineses y turistas, según los estrategas europeos de la compañía nipona.
Las tres plantas con las que Uniqlo estrena tienda en Berlín representan a la perfección la lógica que sigue la compañía de Tadashi Yanai. Después de que muchos de los pequeños locales con los que inició su implantación en occidente tuvieran que cerrar a principios de siglo, la marca estrella de Fast Retaling lleva años yendo a lo grande. Así, por ejemplo, en 2011 abrió en la Quinta Avenida de Nueva York una tienda de 8.300 metros cuadrados.
Actualmente, es en Europa donde está concentrando esfuerzos la cadena minorista de Yanai. De ahí que, sólo días después de la reciente apertura en Berlín, en París vaya abrirse este mes la cuarta tienda en suelo francés de la marca nipona. En el Reino Unido hay diez sedes de Uniqlo y, contando con los cuatro locales que hay en Rusia, se cuentan un total de 18 tiendas de la firma nipona en Europa.
Futura competidora de Zara y H&M
De resultas, los europeos aún están pocos expuestos a los productos de esta marca, que dispone de 1.300 tiendas en total, estando más de 800 concentradas en Japón, mientras que el resto se sitúan principalmente en Asia y, en menor medida, en Estados Unidos. Por eso mismo Bendt Haptkorn, presidente de Uniqlo Europa, define así la situación de su marca: “A nivel internacional Uniqlo es un gigante, pero en Europa todavía somos unos aspirantes”. Cuando se mencionan qué otras ciudades europeas podrían acoger tiendas de Uniqlo, suelen sonar urbes como Milán o Barcelona. Hace poco se anunció que la tienda de la ciudad condal se localizará en Plaza Catalunya, en el local que antes ocupaba la Fundación Caja Madrid.
No faltan argumentos para pensar en el éxito de estos retadores nipones de Inditex, sin duda la compañía a batir en la fabricación y distribución textil. Suele argumentarse en favor de la marca japonesa que funciona casi ajena a las temporadas, apostando por ofrecer en sus productos un plus de calidad alta gama a precios asequibles que falta en otros competidores. “Uniqlo realiza sus pedidos con casi un año de anticipación, lo que le permite negociar precios bajos por un trabajo de calidad” según ha explicado para el Wall Street Journal el reportero Seth Stevenson. Por eso, en Alemania, el jersey de cachemira Uniqlo cuesta unos 70 euros. El precio del producto equivalente de Zara -el buque insignia de Inditex- es casi de 100 euros.
Fundada en 1949 por el padre de Tadashi Yanai, Uniqlo también se ha caracterizado en el siglo XXI por sus esfuerzos en innovar. La diseñadora alemana Jil Sander prestó sus servicios a la firma entre 2009 y 2011, algo que contribuyó -al igual que el par de creaciones que son el orgullo de Yanai- las telas Heattech y Airism. El primero de esos tejidos está hecho especialmente para calentar a quien las vista y, el segundo, para enfriar. Además, sus nuevas chaquetas ‘ultraligeras’ están hechas de un material plástico salido de una compañía que también fabrica componentes que sirven en la construcción de los aviones Boeing 787 Dreamliner. De ahí que la británica Tina Gaudoin, especialista en cuestiones de estilo y editora en jefe de la revista Elle Decoration, se haya referido a Uniqlo como una firma que elabora “moda con visión de futuro”.
Teniendo esto en cuenta, no resulta extraño que Yanai señalara a principios de año que Uniqlo “quiere crear la siguiente categoría de ropa, la ropa del futuro”. Es decir, según el magnate nipón, “ropa de alta calidad, sencilla y que permita a la gente vivir su vida diaria con facilidad y confort”.
Desde luego, algo así hará falta a Fast Retailing para superar a Inditex o la sueca H&M. A falta de apenas un poco más de un lustro para que llegue 2020 y el momento de decir si se han alcanzado los objetivos, el holding textil de Yanai vende ropa por valor de 10.000 millones de euros, el imperio de Amancio Ortega lo hace en una cifra estimada en 16.000 millones de euros.
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