Mémesis

Kate Middleton y el tampón de clonar

Las teorías de la desaparición de la princesa de Gales y el empresario tabernero Pablo Iglesias, los dos temas de la semana en X

¿Dónde está Kate Middleton? Es la pregunta que se hace todo el mundo después de que la princesa de Gales lleve sin aparecer públicamente desde el 25 de diciembre por una supuesta cirugía abdominal que se ha complicado. Siguiendo el principio de la navaja de Ockham de que la explicación más sencilla es a menudo la más probable, lo más normal es que Kate se flipase cortándose el flequillo y haya decidido no salir de casa hasta que se arregle el esperpento.

Es sencilla, es un caso frecuente pero es pobre porque no explicaría por qué la Casa Real publicó una foto retocada con Photoshop y dos meses arreglan un flequillo. Las versiones más conspiranoicas están ganando peso. Se habla de una infidelidad de William y un proceso de separación. La otra línea de teorías va por problemas de salud, bien una complicación de la cirugía o bien otro tipo de cirugía o un problema psicótico de salud mental que la habría dejado fuera de juego. Podemos decir que Kate Middleton se podría encontrar en estado Leticia Sabater, en estado Michael Schumacher o en estado Isabel II. A todo esto, Buckingham sigue comportándose como sin no pasase nada y hasta Camila ha viajado a Ciudad Real a cazar perdices, que es exactamente lo que haría alguien que quisiese aparentar que no está pasando nada extraño: ir a cazar perdices a Ciudad Real.

El caso Middleton ha sido el TT indiscutible esta semana en X. El otro gran tema es la taberna que Pablo Iglesias va a abrir en Madrid, Garibaldi. La carta incluye cócktails como Pasionaria Puerto de Valencia y Durruti Dry Martini y platos como salmorejo partisano. La taberna se autodefine como un lugar ‘sólo para rojos’ y en realidad no es más que otro negocio de hostelería financiado por un grupo de amiguetes con pasta con el objetivo de generar plusvalías con el trabajo de los trabajadores sin ni siquiera pisar el local. A este ritmo, Iglesias va a terminar invirtiendo en alguna fábrica para coser balones en Bangladesh. El bareto por cierto está en Lavapiés, uno de esos barrios olvidados por la hostelería donde los ciudadanos no pueden acceder a productos básicos a precios decentes. En Vallecas no quedaban locales libres. 

En unos meses vemos a Pablo Iglesias en Susanna Griso quejándose de que no hay camareros y que él además de pagarles les da un sándwich mixto. Del flequillo de Kate Middleton y la taberna Garibaldi se ha hablado esta semana en X.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP