Argentina lleva en crisis desde que la habitaban los incas y tiene un nivel de inflación parecido al que hay en el fútbol desde que los sauditas han decidido jugar al FIFA. Los argentinos se han han votado en las primarias a Javier Milei, el favorito a convertirse en el próximo presidente de Argentina. Milei es un tipo particular, no sólo por ese peinado a medio camino entre torero de VOX y actor de Al salir de clase, sino porque dentro de los populismos representa una nueva corriente: el ultrameganeoliberalismo a pecho descubierto.
Hasta ahora la mayoría de partidos populistas de derecha se había agarrado a una especie de proteccionismo social como VOX o el Frente Nacional, Milei es otro rollo. Es un tío que llamaría bolchevique a Margaret Thatcher y bolivariano a Milton Friedman. El discurso político del economista es sencillo: “El que necesite una carretera, que se compre alquitrán y una hormigonera”. ¿Para qué necesitas educación pública en 2023 si tienes la Wikipedia y 2000 tutoriales explicando cómo hacer ecuaciones diferenciales?
En un diagrama político, Milei y su partido La Libertad Avanza ocuparían el extremo opuesto al Partido de los Trabajadores de Corea del Norte. En 2022 le preguntaron si estaba a favor de la venta de niños y contesté que el personalmente no vendería a su hijo, pero que poner normas era totalitario. De la esclavitud y el tráfico de órganos no se ha pronunciado. Un anarcocapitalista no es exactamente lo que se esperaría que votase un país casi en ruinas que coquetea continuamente con el Tercer Mundo, pero tampoco podemos pedirles que votasen con claridad a los argentinos siendo campeones del mundo. Era eso o expropiarle sus bienes a Messi, y al diez ni tocarlo.
De Argentina se ha hablado esta semana en X, la red social antes conocida como Twitter. También de la formación de la mesa del Congreso con Francina Armengol de presidenta, que ahora va a permitir que se hable euskera y catalán en el Congreso, haciendo que 350 personas que comparten un mismo idioma utilicen otro distinto y traductores, un sketch que no se le ocurrió a los Monty Phyton. El otro TT ha sido Holanda, que ha entrado en recesión y en España se ha celebrado como los argentinos celebraron el Mundial de Qatar, recordando la crisis de 2007.
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