Mémesis

El pajaporte: el Gobierno recupera la costumbre de cruzar la frontera para ver porno

Hay ministerios que no tienen muy claro para qué sirven y ahora tienes que cruzar la frontera francesa para abrir Xvideos. El repaso a la semana en X

El pajaporte: el Gobierno recupera la costumbre de cruzar la frontera para ver porno
El pajaporte: el Gobierno recupera la costumbre de cruzar la frontera para ver porno

El gobierno ha lanzado un carnet digital para acceder a páginas porno, una iniciativa que en Twitter ya se ha bautizado como el ‘Pajaporte’, pronunciado como si Ferrán Adriá te enseñase su documentación para volar. Si hay 20 expertos en estrategia electoral en el PSOE, ahora mismo tienen que estar los 20 de vacaciones sudando la gota gorda con la noticia. El objetivo es impedir que los menores accedan al porno, la realidad es que los españoles tienen que sacarse un ticket para que una funcionaria les dé acceso a Xvideos.

Imagina la mirada de una funcionaria de 50 años, cuando le pides que te selle la tarea más banal de la administración. Ahora imagina la mirada de la misma funcionaria cuando vuelvas el jueves porque ya te has gastado los créditos del Pajaporte que renovaste el lunes. La vida es cíclica. Ahora las parejas van a tener que cogerse el Seat, como el franquismo, y cruzarse la frontera francesa para abrir en el móvil Pornhub.

La medida es ridícula que no existe un precedente en todo el mundo y además señala a un colectivo: el de los autosexuales, que es como se llama ahora en los podcast gafapastas a los quienes se practican placer a sí mismos. El impacto va a ser mínimo porque no afecta a páginas que tengan sus servidores en el extranjero, es decir, a todas. Van a capar la página de Torbe y la de los 4 o 5 flipados que se dediquen al porno en España.

Esto para por inventarse ministerios como el de Transformación Digital, que cuando sacan cuatro cursos para enseñarle a los abuelos a utilizar Windows 95, se quedan sin nada que hacer y sufren el síndrome del impostor. Es el síndrome de impostor el que nos ha traído el Pajaporte y la campaña del ministerio de Igualdad para los gordos puedan ir a las playas. Un síndrome que el Gobierno utiliza como fuegos artificiales para que no se hable de deuda, IVA o política real.

Ahora mismo debe haber un tío en el ministerio de Consumo redactando una ley para que rediseñen el tapón de los bolis Bic para que no nos atragantemos al morderlos. En Twitter se ha hablado esta semana del ‘Pajaporte’.

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