Elon Musk ya es oficialmente dueño de Twitter y ahora amenaza con destruir la reputación que la red social se ha ido labrando a lo largo de los años de lugar donde la gente la gente comparte sus puntos de vista desde el respeto y el sosiego. El argumento que ha esgrimido para justificar la compra es que Twitter es la plaza pública de nuestra sociedad y hay que garantizar la libertad de expresión. Ahora se está especulando con las posibles consecuencias: si va a quitar el límite de caracteres que el antiguo dueño creó pensando en los argentinos o si le va a retirar el baneo a Donald Trump, aunque este ya ha dicho que no piensa volver aunque le readmitan y que está concentrado en su nueva red social, Truth Social, ‘La verdad’, inspirada en Joseph Goebbels.
Hay gente que se pasa el fin de semana en el sofá viendo Netflix y luego está Elon que con siete hijos y una empresa de naves espaciales todavía se aburre y necesita encontrar nuevos retos para matar el tiempo. El magnate es un personaje distópico que parece salido de un capítulo de Futurama, un tipo que es capaz de cambiar la industria del automóvil, desarrollar un proyecto para desplazarnos en tubos a 1000 km/h y a la vez tuitea para sus 85 millones de seguidores como si fuese un troll de Reddit.
Esta semana ha escrito que va a comprar Coca-Cola para volver a incluir cocaína en la receta y ha subido una foto comparando la barriga de Bill Gates con el nuevo emoji del hombre embarazado que ha incluido WhatsApp en su actualización. Pero Musk es, entre otras cosas, el hombre más rico del mundo y los cambios que va a introducir van a ir orientados a monetizar la empresa. El Twitter que conocemos va a seguir existiendo, seguiremos viendo a Twitter Facha culpar a Irene Montero de los tifones del sudeste asiático y a Twitter Woke explicar que Disney debería suprimir de su catálogo El Rey León por machista y especista.
De todo lo que se ha comentado en Twitter estos días sobre su nuevo propietario, el mejor tweet se escribió una cuenta estadounidense: “El mayor payaso del mundo compra el circo más grande del mundo”.
Por ahora, y hasta que Twitter sea una dictadura elonista, ha habido otros temas esta semana: una chica vasca que se ha hecho viral, la muerte del agente de futbolistas Mino Raiola (desmentida por el mismo Raiola en Twitter) y una foto de Sánchez con Yolanda Díaz que ha dado mucho que hablar.