Parece un desafío imposible. El hombre contra la máquina. Trenes con 16 motores trifásicos, velocidades considerables y trayectos rectilíneos entre origen y destino contra humanos con una potencia limitada, demasiados escalones, gente, pasillos interminables, tornos y el impredecible tráfico urbano.
Pero nada es imposible.
Algunas estaciones del metro de Londres son cortas... tan cortas que tardas menos corriendo (pero tienes que estar en forma)... pic.twitter.com/kllgQvnKO6
— Pepo Jiménez (@kurioso) March 13, 2017
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En el año 2014 se puso de moda el desafío "Race The Tube". Una forma de jugar a ser más rápido que las máquinas. El reto consistía en echar una carrera al suburbano desde una estación hasta la siguiente. El límite lo ponían las puertas automáticas. Si eras capaz de subir de nuevo al mismo vagón que abandonaste, el reto se daba por completado.
Cuando el movimiento 'runner' se encontró con el de 'youtubers' el matrimonio fue perfecto y se publicaron centenares de desafíos por todo el mundo: Madrid, Barcelona, Estocolmo, Londres, Hong Kong, Moscú, etc... No solo metros, también contra el tren o autobuses urbanos. [Burgos, 2016]
Varsovia, Polonia. 450 metros, 168 escalones y dos tornos.
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Incluso algunos grandes atletas, como el español Chema Martínez, se apuntaron al juego y grabaron su carrera. En este caso en Madrid, desde Callao a Puerta de Sol. Una empresa quizás complicada más por la cantidad de gente que tienes que ir esquivando que por la distancia entre estaciones. 512 metros y 102 escalones.
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Pero fue una de las carreras de Londres la que logró hacer el reto viral [6 millones de visitas en youtube] y animar a más corredores al desafío. El vídeo [cabecera de este artículo] es hipnotizante y mucho más interesante que el resto porque está montado con dos cámaras simultáneas. La del vagón que espera al corredor y otra en la cabeza del mismo. La tensión por saber si llegará a tiempo se va incrementando conforme llega a la estación.
La carrera es de 380 metros. Y sabes de antemano que el metro hace su trayecto en 80 segundos fijos. Esto te da una velocidad media de 20km/h. Bastante asequible para un semiprofesional si no fuera por los obstáculos e imprevistos. 75 escalones, gente imprevisible y dos tornos que ha que pasar [legalmente].
Aunque fue este vídeo de agosto de 2014 el que popularizó el desafío ya se había intentado con anterioridad. En 2005 un escocés intentó batir a un tren en Glasgow corriendo y en bicicleta. Y en 2012 un francés hizo lo propio en el suburbano de París:
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En Barcelona el desafío fue mayor: ¡2 estaciones! Desde el Liceu al Parallel, en la línea L3. Una distancia de 930 metros a recorrer en 2 minutos 50 segundos. Un reto superado por Pau Capdevila en Noviembre de 2014. El atleta Pau Fradera también logró el suyo.
Si analizas los datos reales el desafío no parece tan complicado. Solo hay que buscar los trayectos adecuados y elegir una hora con no demasiado tráfico en las grandes ciudades.
El Metro de Madrid, por ejemplo, tiene una velocidad máxima de 57km/h en un tramo de la Línea 9 (Rivas). Lo normal es una velocidad de 25-30km/h en estaciones de la almendra central. La línea 1 tiene una velocidad de explotación de 21,4 km/h, una velocidad asequible para un corredor medio en distancias de 150 o 200 metros.
Algunas de las estaciones de metro del centro de las grandes ciudades están muy pegadas. Incluso en Madrid, estaciones como la de Chamberí, fue cancelada porque su excesiva proximidad a Bilbao e Iglesia no la hacía práctica.
El desafío más complicado para un 'Race the tube' no fue por la distancia, ni por el trazado, ni por la gente. El desafío más complicado fue intentar el reto en silla de ruedas.
Un londinense intentó, en septiembre de 2014, el mismo reto y recorrido que se había popularizado una semana antes. Desde Mansion House hasta Cannon Street por el mismo trazado. El resultado es brutal.
No se pierdan el final.
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