La retirada de Simone Biles de los JJ.OO. de Tokyo inició una concatenación absurda de acontecimientos a la que Twitter ya nos tiene acostumbrados. Primero, la mayor parte de la gente mostró apoyo y comprensión. Después, cuatro amargados en busca de notoriedad se atrevieron a poner en duda la fortaleza mental de una atleta que, habiendo sufrido abusos sexuales y siendo hija de drogadictos, se ha convertido en una leyenda de la gimnasia artística. Más tarde aparecieron los defensores de los desfavorecidos (Irene Montero e Íñigo Errejón) a luchar contra molinos de viento para capitalizar el discurso político. Y finalmente, la cantante María Isabel anunció que ella también abandonaba la música por problemas de ansiedad y no volveremos a escuchar en directo ‘Antes muerta que sencilla, ay que sencilla’.
Biles no es la primera deportista que habla abiertamente de sus problemas psicológicos, lo han hecho antes Naomi Osaka, Michael Phelps, y muchos sospechamos que Pepe, el defensa del Madrid, tampoco estaba en su mejor momento cuando empezó a patear sin balón en juego la cabeza de Casquero por intentar meter el balón en su portería. El abandono de la atleta ha sido lo más comentado hasta ahora de unos JJ.OO. algo descafeinados, en lo que lo más destacado es que los medios han empezado a prestar atención a las deportistas españolas. Hemos visto en titulares a ‘la ex novia de David Broncano’, a ‘la que jugó al ping-pong con Pedri’ y a ‘la que le pidió un selfie a Nadal de niña’. Para que luego digan que la sociedad no avanza.
Los de Tokyo son unos juegos extraños porque no se celebran en su año, porque se celebran sin público y porque la gente ha normalizado el pentatlón, un deporte en el que los atletas tienen que correr y nadar con una pistola en el bolsillo. Han hecho olímpico el Call of Duty. Los Juegos de Tokyo son el trending topic indiscutible de esta semana de julio.
Fuera de los Juegos, entre los virales de la semana, tenemos a Boris Johnson intentando usar un paraguas, a Macron siendo condecorado en Polinesia como si fuese Usain Bolt en Londres 2012.
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