El índice español de mortalidad en las carreteras no ha variado respecto a 2014 y 2013, mientras que países como Irlanda o Estonia han reducido un 15 % esta tasa solo en el último año. En 2013 España logró una caída del 32 % del índice de mortalidad en las carreteras sobre el año precedente. La tasa española es la más baja tras Malta (26 muertos por cada millón de habitantes), Suecia (27), Países Bajos (28), Reino Unido (29) y Dinamarca (30), y está empatada con la de Irlanda (36). Sin embargo, se sitúa a distancia de países como Alemania (43 muertos por cada millón de habitantes), Francia (54), Italia (56), Portugal (60) o Bélgica (67).
Las carreteras españolas se cobraron el año pasado 1.126 vidas, según datos del Ministerio del Interior, una cifra que implica una reducción del 1% respecto a 2014 pero que incluye un aumento del número de víctimas en carreteras secundarias. En el conjunto de la UE, el año pasado murieron 26.000 personas en accidentes de tráfico, 51,5 víctimas mortales por cada millón de habitantes, lo que supone un aumento del 1 % respecto a 2014. Pese a que Europa es la región del mundo donde menos personas fallecen en las carreteras, los datos publicados hoy por la CE "son decepcionantes", según la comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, que lamentó que haya muerto más gente en las carreteras en 2015 que en 2014.
La comisaria instó a "poner fin a esto" y afirmó que pese al progreso realizado en la última década -la tasa de mortalidad en las carreteras europeas ha bajado un 17 % desde 2010- es hora de que la UE y los Estados incluyan este tema en su agenda política. Hizo también un llamamiento a las autoridades locales, regionales y nacionales y a los medios de comunicación para aunar esfuerzos, ya que la seguridad vial "debe ser responsabilidad de todos y una prioridad política". Resaltó el alto número de heridos en las carreteras durante el año pasado, unos 135.000, y pidió a los Estados miembros que aumenten los presupuestos de seguridad vial, que no sería "nada en comparación con el coste social de los fallecidos y heridos en las carreteras", que la CE cifra en 100.000 millones de euros.
La comisaria señaló además que el factor humano es la causa principal de los accidentes mortales de tráfico, motivo por el que consideró necesario "un enfoque más profundo sobre cómo nos comportamos cuando conducimos" y establecer medidas que limiten todo lo posible la responsabilidad humana en los accidentes.
La Comisión elaborará en el segundo semestre de 2016 un plan de "sistemas de transporte inteligente cooperativos" que permita una comunicación bidireccional entre vehículos, así como con y entre las infraestructuras viarias.
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