Cuenta atrás en la negociación de un nuevo PIVE para el motor. Aunque los mensajes del ministro de Industria, José Manuel Soria, sobre la puesta en marcha de un segundo plan de ayudas públicas para la compra de un vehículo han sido dispares en los ultimos días (primero advirtió de los problemas de dinero para arrancar un nuevo plan y luego dijo que incluso podría incrementar la dotación), la patronal del motor sigue presionando al Gobierno para conseguir un nuevo PIVE y además fortalecido (con más dinero que el actual, que fue de 75 millones de euros).
Industria se encuentra en pleno proceso de búsqueda de los recursos económicos para impulsar un nuevo PIVE, "un difícil encaje de piezas ahora que el presupuesto del ministerio de Industria ha adelgazado", según explican fuentes conocedoras.
En medio de esta complejidad, toda la industria del motor -fabricantes, concesionarios, importadores, financieras...- lucha así por un segundo plan de ayudas de estímulo a la compra del vehículo para este año. Aunque Anfac no ha querido revelar la cuantía de la ayuda que piden, los rumores apuntan a más de 100.000 euros, una cifra que permitiría multiplicar todas las virtudes que ya ha dejado el PIVE que acaba de finalizar (ya no se admiten más reservas, aunque aún no se han cerrado todas las 75.000 operaciones).
La industria del motor dice que un nuevo plan es un punto de partida fundamental para evitar que las matriculaciones caigan de nuevo y registren un nuevo mínimo histórico. El impacto de las ventas del PIVE empezarán a reflejarse en el mes de enero, ya que en los tres meses anteriores (los tres primeros del PIVE, de octubre a diciembre) la caída de matriculaciones se agudizó. El PIVE avanzaba en cuanto a reservas (captación de interés desde los concesionarios), pero no en cuanto a cierre de operaciones. En octubre no se cerró ninguna operación PIVE (sólo hubo 100 peticiones con el visto bueno del Idae); en noviembre, sólo se ejecutaron 10.000 matriculaciones...
En este sentido, Anfac prevé que si no se renueva el PIVE el escenario que se presenta será dramático: el mercado español podría cerrar este año contro mínimo histórico, con 630.000 matriculaciones, es decir, 70.000 menos que en 2012, la peor cifra desde 1989 (cuando se inició la serie estadística actual).
Los mensajes desde la industria del motor (Anfac es el interlocutor de todo el sector) al Gobierno se basan en un goteo de datos fruto del impacto positivo que deja el PIVE actual: 296 millones de euros de recaudación (el plan PIVE habría multiplicado por 4 la inversión de 75 millones que ha supuesto para el Gobierno), de los que más de 100 millones de han correspondido a la demanda adicional generada por este plan; 930 millones de euros de impacto en la economía del país; el mantenimiento o creación de 4.500 empleos; 4,6% de rebaja del precio de los coches, lo que ha presionado a la baja en el IPC en 0,15 puntos (es decir, u ahorro de gasto público de 200 millones de euros en aquellas partidas indexadas al IPC). Además, el plan ha generado una demanda adicional de 26.000 vehículos.
Anfac añade otras virtudes del PIVE en otros campos: ha supuesto un aumento de la financiación de los vehículos, de manera que el 85% de las operaciones que se han presentado a las financieras de marca fueron aprobadas; ahorros de un 45% de los consumos equivalente a 40 millones de litros de combustible al año; reducir un 96% las partículas, con ahorros de 89 toneladas al año...
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