El presidente de la alianza franco-nipona Renault-Nissan, Carlos Ghosn, sigue agradeciendo los esfuerzos de competitividad que está realizando España en lo que se refiere a la industria del automóvil. La compañía, que ha cerrado hace unos meses dos importantes planes de ajustes en Valladolid-Palencia (Renault) y Barcelona (Nissan) para recortar significativamente los costes de producción, sigue así lanzando guiños al Gobierno español, que en cierta medida ha mediado para conseguir el éxito de estos procesos negociadores, sobre todo en las tensas negociaciones que se vivieron en la planta de Nissan.
"La industria española saldrá más fuerte de la crisis económica, ya que ha sido el país europeo que más ha avanzado en recuperar su competitividad y ha logrado eliminar un largo camino en la rigidez de su mercado laboral", dijo Carlos Ghosn este viernes durante la presentación del nuevo coche eléctrico Renault ZOE en Portugal.
Ghosn ha defendido que en materia de costes laborales, flexibilidad y otros aspectos en España ahora son posibles cosas que antes no se podían llevar a cabo. Además, el presidente de la alianza franco-nipona ha defendido que los españoles son gente "razonable", ya que existe una fuerte voluntad en el país y por parte del Gobierno para superar la crisis.
Preguntado por si el plan industrial de España ha podido influir en el acuerdo de competitividad alcanzado con los sindicatos en Francia, Ghosn descartó esta posibilidad y recalcó que el acuerdo y las situación del país galo son "diferentes" a los de España.
El bache de la industria española
La industria española del automóvil está pasando por un momento delicado, ya que las fábricas de coches están produciendo a medio gas (1,9 millones de coches en 2012, frente a su capacidad de tres millones de coches). De hecho, la presión de otros países productores como Tailandia, Canadá y Rusia han echado a España del Top10 de países productores del mundo. Además, el 85% de los coches que se producen se exportan fundamentalmente a los mercados de Europa, donde la recesión está sacudiendo la ventas.
En este sentido, la patronal de la industria española insta a las autoridades para conseguir ganar competitividad de verdad con el fin de ser más atrativos a los inversores de las multinacionales que está redirigiendo sus ventas y producción a los mercados grandes (Estados Unidos) y con enorme potencial (China). La patronal pretende devolver todo el esplendor a las fábricas, que aunque algunas están asegurándose funcionamiento para los próximos tres años, otras están viviendo momentos de ajustes laborales y ERE temporales, incluso cierres (la fábrica de motos de Suzuki).
El principal lobby que preside Mario Armero ha plasmado un centenar de medidas que afectan a la logística, la fiscalidad, ahorro energético, etc. bajo el denominado 'Plan Tres millones' (cifra mágica que permite a la industria producir a pleno rendimiento). Este plan exige de las administraciones un esfuerzo adicional de unos 500 millones de euros.
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