El acuerdo de competitividad de Renault en Francia cumplió este miércoles el requisito de recibir apoyo de sindicatos que suponen más del 30% de la representación, lo que permitirá aplicar su contenido, que establece un aumento del 6,5 % del tiempo de trabajo y la congelación salarial este año y los dos próximos.
Fuerza Obrera (FO) anunció que, como ya había hecho la Confederación General de Cuadros (CGC), suscribirá el acuerdo de competitividad, lo que significa que entre los dos el 45% de la representación sindical ya se ha manifestado en favor del texto, que ofrece unas garantías de empleo y actividad hasta fines de 2016.
La dirección del grupo automovilístico indicó que no reaccionará oficialmente hasta que no se hayan pronunciado el resto de los sindicatos, y por boca de una portavoz se limitó a recordar que el procedimiento para validar el compromiso tendría que ser una reunión del comité de empresa.
Según la propuesta de la empresa en las últimas rondas de negociaciones, los trabajadores de la plantilla francesa tendrán que pasar a 1.603 horas de trabajo anuales, lo que supone un incremento del 6,5 % respecto a la situación actual. Los sueldos estarán congelados en 2013 y eso mismo tendría que ocurrir tanto en 2014 y 2015, a la vista de la fórmula del "control" salarial del texto del plan de competitividad.
En concreto, habrá negociaciones cada año para "tener en cuenta la realidad de la situación de la empresa y el entorno económico".
La movilidad de los trabajadores entre las diversas plantas del grupo del rombo en Francia en función de las necesidades productivas se hará en principio sobre una base voluntaria. No obstante, se contempla una serie de prerrogativas para la dirección sobre estos desplazamientos de personal, pero limitadas en el tiempo.
Reducción de plantilla
El dispositivo para reducción de la plantilla en 7.500 personas hasta 2016 se hará efectivo mediante la no sustitución de jubilaciones, para lo cual se amplía la posibilidad de retirarse a los que tengan 58 años (e incluso 57 si empezaron a trabajar muy jóvenes o tienen algún tipo de minusvalía).
En contrapartida, Renault se compromete a no cerrar ninguna factoría en Francia al menos hasta finales de 2016, a no poner en marcha planes sociales y a incrementar la producción de vehículos en el país.
El año pasado salieron 532.000 automóviles de las cadenas de montaje francesas, cifra que la marca del rombo quiere aumentar a 710.000 ó 720.000 anuales. Eso significará añadir unos 110.000 anuales gracias a los vehículos de la nueva gama de Renault y 80.000 más de alguno de los grupos asociados con Renault. A ese respecto, Renault no ha precisado todavía ni cuál será ese socio (se ha especulado en particular con Nissan y Daimler) ni cuáles los modelos.
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