Motor

Astra GSe y Golf GTi: compactos, deportivos y más de 200 CV… ¿Mejor híbrido o gasolina?

El eterno Golf GTi sigue en plena forma con su clásica mecánica de gasolina, un deportivo al que le salen rivales como el nuevo Astra GSE de similar potencia y tecnología enchufable.

Ocho generaciones y el Golf sigue teniendo en su versión GTi uno de los deportivos del segmento compacto más efectivos y más deseados, un modelo que sigue fiel a su tecnología de motor de gasolina sobrealimentado en una era en la que todo, o casi todo, pasa por la electrificación.

Así lo ha interpretado Opel que con el nuevo Astra GSe recupera una mítica denominación de sus versiones más deportivas, aunque ahora adaptadas a esa realidad que supone la electrificación. Combinando un motor turbo de gasolina con un potente eléctrico de 110 CV asegura un alto nivel de prestaciones y deportividad con una eficiencia que le permite consumos muy ajustados y disfrutar de una movilidad parcial 100% eléctrica. Pero a la hora de disfrutar al volante, ¿cuál de ellos lo hace en mayor medida?

Opel Astra GSe

Opel ha recuperado en este Astra una denominación que marcaba décadas atrás sus versiones más deportivas. Un Astra GSe que se adapta a los nuevos tiempos con una mecánica híbrida enchufable de 225 CV de potencia que llegan de combinar un motor de gasolina sobrealimentado de 180 CV con otro eléctrico de 110 CV que se alimenta de una batería de 12,4 kWh y que le permite entre 50 y 60 kilómetros de autonomía puramente eléctrica.

Una deportividad la de este GSe que llega no sólo de su potente mecánica, sino también de una puesta a punto del bastidor específica con una suspensión más firme que otras versiones —monta muelles 10 mm más cortos y amortiguadores específicos KONI— y una puesta a punto diferente de la dirección y el control de estabilidad.

Tiene, por tanto, 20 CV menos que el Golf GTi, pero más que la potencia se nota que es más pesado, unos 250 kilos extras que marcan el parte el comportamiento. Con los tarados específicos de dirección y suspensión se siente sin duda más rápido de reacciones que cualquier otro Astra. Entra en curva con más agilidad y mantiene la trazada con precisión y sobre todo con mucho aplomo.

Aun así, cuando se afrontan cambios continuos de trayectoria, con fuertes frenadas y enlazando curva tras curva, pierde eficacia respecto al Golf GTi, más vivo aún de reacciones y que transmite sensaciones más deportivas por su mayor facilidad para cambiar de apoyos.

Si resulta casi tan rápido en las aceleraciones a la salida de la curva gracias al motor eléctrico, pudiendo ir cambiando de marcha de forma manual con las levas del volante, y en los primeros metros mantiene el tipo con el Golf GTi, que luego poco a poco se queda algo por detrás por el empuje algo más notable de los 245 CV de este último.

Donde destaca casi más que el Golf es a la hora de cubrir largos kilometrajes. Es más silencioso de mecánica que aquel y su rodar es más suave por la respuesta combinada de los motores de combustión y eléctrico y por unas suspensiones algo más confortables. Por ello, a la hora de viajar es una opción algo más recomendable, con unos consumos que son además unos dos litros más bajos en carretera. Si los trayectos son más cortos, entre 150 o 200 kilómetros, la posibilidad de aprovechar los más de 50 kilómetros de conducción eléctrica –eso sí, sin pasar de los 120 km/h– logran diferencias de consumos aún más acusadas.

Su gran ventaja respecto al Golf GTi está precisamente en su condición de etiqueta CERO, permitiendo una movilidad en las zonas urbanas sin restricciones de ningún tipo y con un coste económico en el día muy por debajo.

Por dentro destaca el buen nivel de acabados y una consola central marcada por la doble pantalla de 10 pulgadas, muy vistosa y fácilmente manejable, la central con todo el sistema multimedia, pero no tanto en la parte que corresponde al cuadro de instrumentos, demasiado pequeño en la información, nada que ver en este sentido con el cuadro de instrumentos del Golf GTi y sus múltiples configuraciones.

Por espacio, el interior del Astra está muy próximo al Golf en espacio de piernas, anchura y maletero, siendo cómodo para cuatro pasajeros y un tanto justo para cinco.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Astra GSe; MOTOR Gasolina, 4 cilindros, turbo + eléctrico de 110 CV; CILINDRADA 1.598 cm3; BATERÍA 12,4 kWh; POTENCIA CONJUNTA 225 CV; PAR MÁXIMO 360 Nm; CAMBIO Automático de 8 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 235 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 7,5 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 6,6 l/100 km; AUTONOMÍA 630 km; DIMENSIONES 4.374 / 1.860 / 1.442 mm; NEUMÁTICOS 225/40 R 18; PESO EN VACÍO 1.703 kg; MALETERO 352 l; PRECIO 40.890 €

Volkswagen Golf GTi

El eterno compacto de Volkswagen ya en su octava generación, sigue apostando por las siglas GTi como seña de identidad de un modelo que ha sido referencia desde hace décadas en el segmento y que sigue a día de hoy en plena forma. A diferencia del Astra GSe, este GTi mantiene como bloque una mecánica “convencional” de gasolina con sobrealimentación y 245 CV directos, como en el Astra, a las ruedas delanteras.

Un Golf GTi que sigue siendo un deportivo en toda regla, pero lejos de radicalidad alguna en su conducción. Muy fácil de conducir, transmite mucha seguridad en todo momento y permite disfrutar de una conducción deportiva sin llegar a poner en aprietos a quien vaya al volante. Para eso ya está el Golf R de 300 CV.

Este GTi sigue siendo un deportivo muy equilibrado, con un chasis que aguanta todo tipo de maniobras sobre las curvas más retorcidas sin apenas inmutarse. Admite ritmos vertiginosos, pero lo hace tan fácil que no conviene confiarse porque enseguida te ves entre curvas a ritmos muy altos. Respecto a otro Golf, se siente la suspensión algo más firme, el sonido de escape se deja sentir en mayor medida en el interior sin llegar a ser molesto y mantiene el mismo buen resultado en cuanto a confort a la hora de simplemente viajar.

Tanto en conducción deportiva como en largos desplazamientos se siente muy agradable a sus mandos, aunque en el día a día en ciudad y alrededores no ofrezca el silencio y el agrado del Astra GSe con su sistema híbrido enchufable ni sus bajos consumos. Si eres de los que piensa en una utilización mucho más habitual en condiciones urbanas que para viajar o disfrutar de la conducción, el compacto de Opel ofrece mejores argumentos,

Pero si lo tuyo es conducir a buen ritmo con un uso muy habitual en carretera, el Golf GTi resulta más gratificante, por reacciones, sonido del motor y facilidad para moverse a alto ritmo en carreteras viradas. Un compacto aun así muy completo que cubre casi todas las necesidades, tanto a diario en ciudad como sobre todo fuera de ella.

El motor de 2 litros y 245 CV ofrece un funcionamiento brillante. Empuja con fuerza desde muy abajo hasta más allá de las 6.000 revoluciones, una entrega constante de potencia con muy buena capacidad de aceleración en todo momento gracias también al buen hacer del cambio DSG, que además puedes utilizarlo en modo manual disfrutando más aún de su empuje. Si lo exprimes al máximo está un punto por encima en cuanto a prestaciones del Astra GSe, pero también lo están los consumos.

No son exagerados ni mucho menos para el potencial, y en un uso normal te mueves por encima de los 8 l/100 km combinando carreteras secundarias y autovías sin buscar mantener un ritmo muy constante. Si lo haces, manteniendo cruceros de 120-130 km/h de marcador, puedes moverte en algo menos de 7,5 l/100 km.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Golf GTi 2.0 TSI DSG; MOTOR Gasolina, 4 cilindros, turbo; CILINDRADA 1.984 cm3; POTENCIA MÁXIMA 245 CV a 6.200 rpm; PAR MÁXIMO 369 Nm a 1.600 rpm; CAMBIO Automático doble embrague de 7 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 250 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 6,2 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 7,9 l/100 km; AUTONOMÍA 630 km; DIMENSIONES 4.287 / 1.789 / 1.478 mm; NEUMÁTICOS 225/45 R 17; PESO 1.463 kg; MALETERO 374 l; PRECIO 50.735 €

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