Motor

Audi descubrirá en Pebble Beach el PB18 e-tron, un deportivo radical cien por cien eléctrico que llega a los 300 km/h

Tiene dos motores eléctricos, uno por eje, rinde 775 CV de potencia y acelera de 0 a 100 km/h en apenas dos segundos. Es el deportivo más avanzado de Audi, todavía un prototipo, que podría considerarse como el R8 del futuro. La Semana del Automóvil de Pebble Beach, en Monterrey, California, será su puesta de largo.

Audi presenta en la Semana del Automóvil de Pebble Beach, en Monterrey, California, el prototipo PB18 e-tron de propulsión completamente eléctrica, que ofrece una visión radical del deportivo de altas prestaciones del futuro. Ancho y plano, claramente inspirado en los circuitos y esculpido en el túnel de viento, sus líneas han sido creadas en el nuevo estudio de diseño de Audi en Malibú, California, donde se trabaja constantemente para actualizar el diseño de la marca de cara al futuro.

El concepto técnico del PB18 e-tron se beneficia de los muchos años de experiencia de Audi en Le Mans. Los expertos de Audi Sport GmbH, la filial encargada de los vehículos de alto rendimiento, han sido los responsables de la implementación. El nombre abreviado “PB18 e-tron” hace referencia a la localización elegida para su estreno, Pebble Beach, así como al ADN tecnológico que comparte con el exitoso LMP1 de competición, el Audi R18 e-tron.

Interior del PB18 e-tron.

Como él, los creadores del PB18 e-tron han ideado un deportivo pensado para la conducción más radical, tanto dentro como fuera de los circuitos. El nombre interno del proyecto fue “Level Zero”, como una forma explícita para diferenciarlo de los niveles 3, 4 y 5 de conducción autónoma en los que la marca de los cuatro aros trabaja actualmente. En el Audi PB18 e-tron, es el conductor el único que controla la dirección o acciona los pedales del acelerador y el freno. Por lo tanto, aquí no tienen cabida sofisticados sistemas de conducción automatizada.

En el habitáculo, el asiento del conductor y el puesto de mando están integrados en una carcasa interior monocasco que puede deslizarse lateralmente. Cuando el conductor viaja solo, el monocasco puede posicionarse en el centro, como en un vehículo monoplaza, una configuración perfecta para conducir en circuito. Esto es posible gracias a la tecnología by-wire utilizada para la dirección y los pedales, que hace que no sea necesaria una conexión mecánica entre los elementos de control.

Cuando el módulo del puesto de conducción se desliza hasta su posición lateral, desde donde el PB18 e-tron se puede conducir a diario como un vehículo convencional, queda espacio para un acompañante. Bajo el piso del vehículo, listo para ser utilizado, se integra el asiento del pasajero, equipado con un cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje.

Tres motores eléctricos

Gracias al empleo del aluminio, la fibra de carbono y compuestos multi-material, la carrocería del PB18 e-tron se quede en un peso reducido. La innovadora y comparativamente ligera batería de estado sólido, hace que el peso final se quede ligeramente por encima de los 1.500 kilos.

El PB 18 e-tron mide 4,53 metros de longitud, 2 metros de anchura y apenas 1,15 metros de altura, con una distancia entre ejes es de 2,70 metros y voladizos muy cortos. Un diseño reminiscencia del concepto shooting brake, la síntesis de un coupé con la parte posterior de un station wagon. El resultado no es solo una silueta distintiva, sino también una ventaja clara en términos de espacio para equipaje, con 470 litros de capacidad.

El PB18 e-tron utiliza tres motores eléctricos, uno en el eje delantero y dos en el trasero. Estos dos últimos transmiten la fuerza a cada una de las dos ruedas posteriores mediante un árbol de transmisión. La potencia total de salida es de 204 CV para el eje delantero y de 612 CV para el trasero, un auténtico quattro, por tanto, con una potencia máxima conjunta de 680 CV y un modo boost en el que el conductor puede contar temporalmente con hasta 775 CV. Con 830 Nm de par permite al concept car acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de 2 segundos, una cifra que apenas difiere de forma marginal de la que presenta un prototipo LMP1 actual.

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