Eso sí, siendo un turismo de la marca Bultaco, el Linx no podía ser un coche convencional, sino algo realmente diferente. Un deportivo biplaza, sin techo y destinado a disfrutar al máximo de la experiencia de conducir con las sensaciones más próximas a una motocicleta. Para ello, las premisas eran crear un deportivo ligero, muy bajo y con una relación peso/potencia lo más favorable posible.
Y es que Bultaco no deja de sorprender. Tras recuperar la marca primero e iniciar una nueva etapa ya en pleno siglo XXI con el lanzamiento de la original Brinco -cuyas ventas están siendo todo un éxito en España y en otros muchos mercados-, la marca española cambia el paso y da un nuevo impulso con un producto que sin duda contribuirá a reforzar la imagen de Bultaco. Y lo ha hecho con un Linx que sigue en cierto modo los pasos del KTM X-Bow, tratando de recrear sobre un turismo de cuatro ruedas las sensaciones más parecidas posibles que se viven en una motocicleta.
Y si en ellas buena parte de esas sensaciones se logran fruto de una relación peso/potencia impensables en un turismo, el Linx trata de acercarse a esos parámetros en la mayor medida posible, y sus cifras son sin duda de infarto. 400 CV de potencia para un peso total de apenas 800 kilos. Su producción se lleva a cabo en una factoría de 5.000 m² construida expresamente en los alrededores de Barcelona para el desarrollo de turismos. Un proyecto nacido del entusiasmo de un ingeniero, Miguel Ángel Rodríguez, director de Bultaco Cars, la nueva división de la firma del dedo rampante destinada a desarrollar modelos de cuatro ruedas.
Para el novedoso e inesperado Linx, no ha sido necesario desarrollar un motor propio, sino que han optado por utilizar uno procedente del Grupo Volkswagen, el cuatro cilindros de dos litros de cilindrada de la familia TSI/TFSI. Sus 400 CV y la ligereza de la carrocería le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3,7 segundos y alcanzar sin problemas los 280 km/h, velocidad limitada que podría ser más elevada aún.
La caja de cambios es automática secuencial de doble embrague, la DSG de seis velocidades de origen Volkswagen. El secreto de la ligereza viene de la mano de un chasis realizado en aluminio y de una carrocería en materiales compuestos. Las suspensiones son de dobles triángulos con amortiguadores de dureza variable y los frenos son de última generación. Una auténtica máquina de carreras con todo el carácter Bultaco.
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