Motor

Citroën también busca hueco entre los todocamino urbanos con un novedoso C3 Aircross

De monovolumen a todocamino, el C3 Aircross sucede al C3 picasso con una nueva personalidad adaptada al segmento más de moda en los últimos años. Un modelo que comparte desarrollo con el Opel Crossland X y que como este, se produce en la planta zaragozana de Figueruelas. Estará a la venta después del verano.

Está fabricado sobre la misma plataforma que el nuevo citroën c3 pero es ligeramente más grande. Mide 4,15 metros de longitud, 1,76 de anchura y 1,64 de altura, unas dimensiones que configuran un interior más habitable y un maletero que puede llegar hasta los 520 litros con los asientos traseros adelantados.

Por fuera, su diseño inspirado en el propio C3 profundiza en la personalidad todocamino. Lo hace a través de las molduras plásticas protectoras en bajos y laterales, las barras en el techo y, sobre todo, en una mayor altura libre al suelo. Frente al C3, el Aircross se aleja del suelo 20 milímetros, suficientes para garantizar cierta movilidad off-road.

En su frontal destacan sus ópticas situadas en dos alturas. En la parte alta, las diurnas led están unidas a los clásicos chevrones de la marca por una doble barra cromada que se extiende a lo ancho del vehículo. por debajo, se sitúan las luces principales. Por dentro, el C3 Aircross se asemeja en su diseño al C4 Cactus, un diseño sencillo a primera vista pero muy original y rebosante de personalidad. Incluye una pantalla táctil de siete pulgadas desde donde manejar todas las funciones del sistema multimedia, este último es compatible con Carplay de Apple y Android Auto de Google.

La gama de motores está compuesta por tres variantes de gasolina de 82, 110 y 131 CV y dos diesel 1.6 BlueHDi de 100 y 120 CV. La caja de cambios es manual de cinco o seis velocidades en función del motor o automática de tipo convertidor de par y seis relaciones.

Interior similar al del C4 cactus.

Todos los C3 Aircross tienen tracción en las ruedas delanteras y, en algunas versiones, monta el sistema Grip Control que modifica el funcionamiento del control de tracción para mejorar la motricidad en superficies con poca adherencia. Además, también puede tener el control de descenso de pendientes. No es un SUV destinado a moverse mucho en campo, pero ofrece algo más que una berlina convencional para poder gozar de cierta libertad para salirse del asfalto.

Un modelo hoy en día necesario en casi cualquier marca generalista para atender la demanda de este tipo de todocamino, pequeños en sus dimensiones para moverse a diario en ciudad y con una imagen que es responsable en gran parte del atractivo que está generando este pujante segmento. Y el Aircross llega con aire fresco para acercarse a esa nueva clientela que va surgiendo y que busca ese tipo de carrocerías, algo más prácticas, mucho más atractivas.

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