El coche eléctrico marcará sin duda el futuro de los talleres de automóviles dado su menor mantenimiento frente a un turismo con motor de combustión, pero no será el único condicionante a medio o largo plazo. Cuando ambas tecnologías estén plenamente desarrolladas en el mercado, la facturación por reparaciones mecánicas o simple mantenimiento podría reducirse en los talleres cerca de un 70%.
Esta es una de las principales conclusiones del I Observatorio de la Postventa Oficial organizado por la patronal de los concesionarios Faconauto en Ifema, donde se celebra el Salón Madrid Auto hasta el próximo 27 de mayo. Y es que según datos de la consultora MSI, el coche eléctrico, en el mejor de los escenarios podría tener un peso del 35% de las matriculaciones para 2030.
Una cifra que podría reducirse al 15% en ese mismo ejercicio si se retrasa la llegada de la mejora de las baterías prevista y que dotará a estos vehículos de una mayor autonomía a un menor coste. Para la consultora los eléctricos no afectarán a la facturación de chapa y pintura de los concesionarios, pero sí a la de mecánica, electromecánica y mantenimiento, ya que sus menores componentes, y por tanto menor desgaste de piezas, podría hacer que estos trabajos se redujesen un 70%.
En el informe de MSI también se ha analizado el peso del coche autónomo, que podría representar el 20 % de las matriculaciones en España para 2030 en el escenario "más optimista". Su presencia en las ciudades y carreteras será gradual, ya que pasará de representar un "residual" 0,5 % de las matriculaciones en 2020 al 7,5% en 2025 y el 30% en 2030. En un escenario más conservador, en el que no se dieran los adelantos tecnológicos y legales necesarios, las ventas de vehículos autónomos se quedarían en el 10% del total en 2030.
Independientemente del marco, los expertos de MSI consideran que este tipo de vehículos hará caer la facturación por reparaciones de chapa y pintura, ya que tendrán menos choques; mientras que aumentaría, hasta un 40 %, la derivada de reparaciones mecánicas, al ser éstas más caras por la compleja tecnología que incorporan.
En el foro organizado por Faconauto además se ha debatido sobre el efecto que tendrá en España el coche compartido, que en 2030 podría suponer que hasta el 20% de los coches que se matriculen se destinen a ese fin. Según el estudio, su mayor presencia tendrá un efecto positivo sobre la facturación mecánica, electromecánica y mantenimiento, ya que crecerá un 40%.
Teniendo en cuenta todas estas variables, si el impacto de estas nuevas formas de movilidad fuera pequeño en 2018 la facturación de los talleres se situaría entre los 36.381 millones de euros y los 36.261 (del escenario del impacto más grande). Para 2020 se situaría en una horquilla de entre 38.114 y 37.890 millones, que en 2030 ascendería a 40.118 millones y 39.793 millones, respectivamente.
Por todo ello, la vicepresidenta ejecutiva de Faconauto, Marta Blázquez, ha asegurado que, debido a que los vehículos eléctricos, autónomos, conectado o compartidos tardarán años en tener un volumen, los concesionarios tienen "tiempo, inteligencia y experiencia para ir adaptándose a una realidad que traerá consigo riesgos y también muy buenas oportunidades para sus negocios".
En el Observatorio también se han recordado las cifras de la posventa en España, donde el taller oficial acaparó cerca del 50 % del mercado en 2017 y cerró con una actividad muy parecida a la del año anterior. La venta de recambios supuso en 2017 casi el 10% de la facturación de los concesionarios, unos 3.100 millones de euros, y aportó el 35% a los resultados, mientras que el taller supuso el 3,5%, más de 1.100 millones de euros, aportando el 10% a sus resultados.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación