Aunque basado en el propio Q5, el novedoso Macan apenas comparte con él una tercera parte de sus componentes. Es ligeramente más largo alcanzando los 4,68 metros y la anchura de vías resulta claramente más amplia en busca de un comportamiento dinámico que le sitúe como la referencia en términos de eficacia y sensaciones al volante. Además, cuesta unos 7.000 euros más.
Al subirnos a él, el interior refleja la misma personalidad Porsche que cualquier otro modelo de la gama, con una consola central muy prominente, asientos de gran sujeción y una postura de conducción sin duda más dinámica que la que encontramos en el propio Audi Q5. La calidad visual resulta exquisita, con unas plazas traseras cómodas para dos adultos, pero muy justas para tres. En maletero, de formas muy cúbicas, llega hasta los 500 litros, pero cargar bultos como una bolsa de palos de golf no es fácil debido a la anchura disponible.
En equipamiento, el Macan contempla todo lo imaginable, con elementos como el sistema de mantenimiento de carril, asientos delanteros calefactados y ventilados, control de descenso de pendientes, portón trasero con apertura y cierre automático, suspensión neumática, luces de carretera dinámicas (PDLS Plus) que adaptan el haz de luz de manera continua o un sistema de escape deportivo de acero inoxidable cromado. A diferencia de algunos de sus rivales, ofrece también un modo Off-Road de conducción que funciona entre 0 y 80 km/h adaptando las revoluciones del motor, el cambio y el sistema de tracción para favorecer su eficacia en campo.
Si además optas por la suspensión neumática, podrás variar la altura de la carrocería en hasta 40 milímetros con una elevación máxima de 23 centímetros. Su eficacia en campo la hemos podido comprobar en un recorrido por trazado muy embarrado y pronunciadas pendientes, en las que el Macan se desenvuelve con notable soltura, mejor que la mayoría de los SUV.
Pero donde de verdad demuestra todo su carácter el Macan es sobre el asfalto, donde exhibe unas reacciones y una precisión en la conducción equiparables al mejor de los deportivos. La misma suspensión neumática opcional baja la altura en 15 milímetros respecto a la suspensión normal y, junto a los anchos neumáticos –mayor medida detrás que delante- y un sistema de tracción total completamente diferente al del Q5 aseguran un grado de eficacia desconocido en este tipo de modelos, aunque también esperado de un verdadero Porsche.
Con cualquiera de sus motores –Diesel de 258 CV y gasolina de 340 ó 400 CV, todos con cambio PDK automático de 7 velocidades–, el Macan se mueve a alto ritmo con enorme soltura, aunque son los dos más potentes los que nos permiten disfrutar de las mejores sensaciones, ofreciendo el Macan Turbo una velocidad máxima de 266 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos.
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