Es uno de los modelos más populares en nuestro país, un Seat Ibiza que marcó a toda una generación cuando salió al mercado en 1984 y que todavía, tres décadas después, sigue siendo el utilitario más demandado en el mercado español. Teo García es uno de los padres de este modelo que ha participado en el desarrollo de cada una de las cinco generaciones, un referente que explica qué características han convertido el Ibiza en un icono.
Para Teo, el diseño es la clave del éxito: Giorgetto Guigiaro, diseñador del primer Ibiza, optó por un aspecto cuadrado “muy de su tiempo”, recuerda García. La quinta generación, firmada por el actual director de Diseño de Seat, Alejandro Mesonero, ha evolucionado hacia unas líneas más dinámicas y esculturales. Aunque la última versión ha ganado en amplitud, Teo García, destaca que el primer Ibiza contaba con “enormes vidrios”, muy característicos del modelo, que aportaban luminosidad y sensación de espaciosidad.
La primera versión se moldeó “como si fuera una estatua de Miguel Ángel”, rememora este ingeniero. Se llegaron a emplear dos toneladas de yeso para esculpirlo. Actualmente se emplea la arcilla, unos 5.000 kilos por modelo, un material mucho más manejable, y se combina con los prototipos virtuales, que permiten estudiar la viabilidad del diseño.
Mucho han cambiado los tiempos de fabricación, de 60 a 16 horas entre el primer Ibiza, hace 33 años, y el actual. “No tiene nada que ver cómo se fabrica un coche hoy en día”, asegura Teo García. A pesar de esta reducción del tiempo, los vehículos son ahora más sofisticados al incluir tecnología más avanzada. El nuevo Ibiza se ha desarrollado con la última tecnología del Grupo Volkswagen, la plataforma MQB-A0, que le ha hecho ganar en robustez y habitabilidad: es 170 mm más ancho, 422 mm más largo y 50 mm más alto.
De motores Porsche a VW
Lo que sí ha mantenido el Ibiza es su apuesta por motores de última generación. Ya en el Ibiza original Seat hacía gala de sus mecánicas “System Porsche”, mientras que ahora la tecnología llega de la mano de los motores TSI de Volkswagen, sin duda mucho más eficientes. Y es que la evolución de los motores, según García, es “una de las revoluciones del automóvil”. Si la primera generación ya apostaba por “una mecánica de prestigio” con el System Porsche, 33 años más tarde, con el 1.5 TSI “se ha logrado el motor más potente y, a la vez, eficiente” de su segmento. En este sentido, el consumo medio del primer Ibiza era de 7,8 litros/100 km en la versión 1.5, mientras que el de la última versión se reduce hasta los 4,9 litros/100 km.
Pero donde hay un salto tecnológico es en lo que a conectividad al volante se refiere. En opinión de Teo García, la conectividad “es uno de los grandes avances” que incluye el vehículo, algo “impensable cuando apareció el primer Ibiza”. La actual versión integra una pantalla de 8 pulgadas y toda la tecnología para poder estar conectado al volante, incluso con la posibilidad de recibir y escribir mensajes por voz para no perder la atención en la circulación. La seguridad, en este sentido, también ha evolucionado y el último Ibiza cuenta con asistentes a la conducción, como el de frenada en ciudad o limitador de velocidad, sistemas inimaginables hace tres décadas.
Pero por encima de todo, el primer Ibiza fue el modelo que ayudó a internacionalizar la compañía. Tras cinco generaciones y con 5,6 millones de unidades vendidas en más de 80 países, este coche sigue haciendo tributo al topónimo que le bautizó, una isla mediterránea, joven, y que recibe más de 1,5 millones de visitantes al año de todo el mundo.
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