Los examinadores de Tráfico llevan en huelga parcial indefinida desde el 14 de septiembre y, ayer, mantuvieron la convocatoria de una jornada total de huelga a pesar de las cesiones de la DGT, que aceptó el pasado viernes que los funcionarios no tengan que entregar el resultado de la prueba práctica por motivos de seguridad cuando lo crean necesario, uno de los puntos más conflictivos en la negociación. Porque lo que piden los examinadores es que la entrega de las notas no se realice en ningún caso al finalizar la prueba, sino que se publiquen a través de la propia web de la DGT o bien directamente por parte de la propia autoescuela.
Un conflicto que ha llevado a la Confederación Nacional de Autoescuelas ha considerar injustificable la huelga de examinadores de tráfico convocada para hoy y ha pedido al Gobierno que tome medidas para impedirla. El presidente de la Confederación, José Miguel Báez, ha reclamado a los examinadores y a la Dirección General de Tráfico "buena fe" para limar las diferencias que les separan una vez que hayan restablecido el servicio. En su opinión, "la sociedad y los centros de Formación Vial no pueden ser rehenes por más tiempo de un conflicto que ha entrado en su sexta semana y que ha dejado sin examinar hasta ahora a más de 60.000 aspirantes a conductores y ha hecho que se pierdan infinidad de horas de trabajo, entre traslados y aplazamientos".
Ante el problema surgido y sin una solución previsible a corto plazo, la patronal de las autoescuelas ha recordado al Gobierno que la DGT está obligada a dar el servicio y que tiene en su mano una rápida solución a la escasez de examinadores, pues centenares de profesores de Formación Vial podrían reforzar la plantilla de funcionarios en el plazo de un mes.
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