La evolución de las ventas de vehículos en el mercado español está marcada en los últimos cinco años por varios factores. Los últimos coletazos de la crisis dejaron cifras irreconocibles para, en los últimos dos años, consolidar una recuperación que se ha hecho esperar más de lo deseado. Pero también ha supuesto un cambio en el modelo de compra, sobre todo, a raíz primero del escándalo del trucaje de los motores diésel de Volkswagen en EEUU y las muchas campañas llevadas a cabo a raíz de aquello contra este tipo de motores.
En especial por parte de las grandes capitales europeas que, como Paris, Londres o Madrid, han activado fruto de los episodios de contaminación diversas campañas en contra de la circulación de los turismos diésel por los centros neurálgicos de las ciudades. Y se prevé que irá a más con restricciones cada vez más severas para poder circular libremente con turismos alimentados por gasóleo. De hecho, ciudades como París, Atenas o Madrid quieren eliminar los vehículos diésel de sus ciudades para el año 2025. En Londres no se prohibirán, pero sí se penalizará a quienes accedan al centro de la ciudad con una tasa por contaminación que ascenderá a unos 15 euros a partir del próximo mes de octubre.
Y el mercado refleja claramente este cambio de tendencia en cierto modo obligado, y son muchos los que en estos últimos tiempos, a la hora de cambiar de coche, dejan de lado ya la opción de una versión diésel o, como poco, dudan sobre si decantarse o no por ella. Hasta tal punto que en determinados segmentos, como los más urbanos, casi desaparecen ya las motorizaciones diésel, sobre todo entre los pequeños utilitarios.
Las cifras no engañan y, si el mercado de turismos reflejaba hace cinco años una cuota para los motores diésel del 70%, en estos primeros cuatro meses de 2017 la cifra ha descendido hasta apenas el 50%, con datos como el pasado mes de marzo en el que se quedó incluso por debajo de ese porcentaje. Sube por tanto la demanda de vehículos de gasolina y, en especial, los híbridos, que ya suponen el 4% de las ventas, y aumentando de manera notable. Así, en el pasado abril las matriculaciones crecieron casi un 77% con un total de más de 3.700 unidades. En los cuatro primeros meses del año, las ventas de turismos híbridos llegaron a superar las 16.000 unidades, con un incremento del 93,7% con respecto al mismo periodo del año anterior.
De cara al futuro, las restricciones de emisiones de CO2 serán de 95 g/km a partir de 2021, lo que obligará a encarecer los diésel para no superar esos límites. Es de esperar por ello un movimiento claro hacia las versiones de gasolina o híbridas, aunque la persecución al diésel no viene de la mano de las emisiones de CO2, que son un 15% más bajas que en un gasolina equivalente, sino por las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), mucho más elevadas que en los vehículos de gasolina y más tóxicas que el CO2. Pero si aumentan las ventas de turismos de gasolina frente al diésel, las emisiones de este último gas aumentarán de manera notable en las ciudades y muchas marcas superarían los cupos máximos de este gas, lo que obligaría a los fabricantes a producir motores de gasolina con menos emisiones de CO2, y se traduciría en un incremento estimado en unos 600 ó 700 euros en el coste de cada coche.
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