El automóvil avanza cada vez con mayor claridad hacia la tecnología eléctrica, y aunque hay otras energías alternativas que podrían ganar presencia a medio y largo plazo, sobre todo por parte del hidrógeno, lo que está claro es que la casi totalidad de las marcas trabajan a ritmo vertiginoso en el coche eléctrico alimentado por baterías. Y es este sin duda el talón de Aquiles que frena una implantación que, por tecnología en cuanto a motores se refiere, está más que superada. Pero los fabricantes europeos, tradicionalmente líderes y referentes a nivel mundial en lo que a motores tanto diésel como gasolina se refiere, en el desarrollo del coche eléctrico están un paso por detrás en algo tan fundamental como las baterías.
Para impulsar en el viejo continente su producción y su desarrollo e impulsar así a los fabricantes europeos a recuperar el terreno que llevan perdido respecto sobre todo a China y EEUU, se ha creado el proyecto "Battery 2030+", un proyecto que reúne a investigadores líderes en Europa para lograr avances en la ciencia y tecnología de las baterías. Se trata de una iniciativa que ha movilizado tanto a investigadores como a la industria europea y que incluye socios de nueve países de la Unión Europea, y se le ha otorgado un año de financiación del programa Horizonte 2020.
La coordinadora de este proyecto europeo de investigación , Kristina Edström, ha señalado de la necesidad de promover esta investigación científica para que Europa "invente las baterías del futuro" para el sector de la automoción eléctrica. Edström ha participado en una jornada dirigida a expertos europeos en el campo de desarrollo de baterías de nueva generación organizada por el centro vasco de investigación CIC energiGUNE, ubicado en el Parque Tecnológico de Álava.
Durante las jornadas se ha hablado de los retos y las oportunidades a las que se enfrenta Europa en este ámbito y a la necesidad de avanzar en el desarrollo de nuevas tecnologías que garanticen una posición competitiva en el mercado de la automoción eléctrica.
Según un comunicado de la organización de las jornadas, que recoge Efe, Edström ha subrayado que Europa debe lograr "tecnologías disruptivas" para la cadena de valor de la industria de la automoción y especialmente "para inventar la batería del futuro". Ha reconocido que la Comisión Europea ha pedido a los responsables del proyecto "Battery 2030+" que trabajen rápido en el desarrollo tecnológico para reducir el desfase que hay respecto a otros países como los Estados Unidos y China.
30 fábricas en Europa en 2025
Algunos de los proyectos que pueden marcar ese camino, ha continuado, están relacionados "con la instalación de sensores en las baterías o con la identificación de material auto-reparable". Por su parte, Thore Sekkenes, director del programa Industria de la Alianza Europea de Baterías, ha explicado que en 2016 Europa había dado por perdida la carrera por la nueva batería "pero hoy en día el escenario ha cambiado".
Así, ha augurado la próxima implantación de fábricas de baterías en Europa y ha calculado que en 2025 se necesitarán 30 gigafactorías y en 2050, 350. "En tres años podemos superar a EEUU en producción de baterías", ha asegurado.
La jornada ha sido clausurada por la consejera vasca de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, quien ha destacado la fortaleza de la industria vasca de almacenamiento de energía. "Euskadi tiene que estar el desarrollo de esta industria. Tenemos el conocimiento y el tejido industrial para ello", ha incidido la consejera.
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