Ha sido el español con el cargo más alto en la industria del automóvil. No en vano, fue director general en España de Renault y director industrial del grupo automovilístico; máximo referente por tanto de Renault en nuestro país durante décadas, lo que le ha permitido ganarse una brillante reputación en el sector. Desde ahí dio el salto a Ifema hace poco más de dos años, en busca de nuevos retos.
Una brillante carrera que iniciaba en 1978 como aprendiz en la fábrica de Renault en Valladolid –entonces todavía conocida como FASA Renault–, siguiendo los pasos de su progenitor que trabajaba en la emblemática planta vallisoletana. Mientras ejercía como aprendiz, simultaneó el trabajo con los estudios de Ingeniería Aeronáutica. Poco a poco, fue asumiendo responsabilidades cada vez mayores en la compañía, pero no sólo en España, sino también fuera de nuestro país.
En apenas quince años ya estaba trabajando en Francia, siendo parte importante en el desarrollo de la alianza con Nissan, formando parte del equipo de pioneros que se trasladaron a Japón para conocer los sistemas de producción y organización de la empresa nipona. Un proceso en el que siguió elevando sus conocimientos que le llevaron a convertirse en un brillante organizador industrial.
Unos conocimientos y una experiencia que puso en práctica en Nissan España primero, a la que recuperó industrialmente de una situación muy comprometida, y en la filial de Renault en España más tarde, incorporándose en 2009 para controlar el rendimiento de sus fábricas.
Llegó a partir de 2012 a estar al frente de Renault España y se abrió camino fuera de nuestro país con su nombramiento como vicepresidente del Grupo Renault, responsable mundial de Fabricación y Logística, y miembro de su comité directivo, cargo que le permitió darse a conocer definitivamente a nivel mundial desde donde se ha granjeado con el paso de los años una afamada reputación en el sector del automóvil.
De Renault a Ifema… y la F1
Tras ostentar también la presidencia de Anfac, coincidiendo con sus últimos años al frente de Renault, dejó a principios de 2023 sus cargos en la marca francesa causando una gran revuelo en el sector por lo inesperado de la decisión, dando un giro a su carrera al acceder a la presidencia de Ifema. Desde ahí ha podido gestar el sueño de la Fórmula 1 en Madrid, algo que parecía una utopía unos pocos años atrás.
Antes de ser nombrado presidente de Ifema, ya estuvo colaborando con esta institución cuando en plena pandemia le pidieron ayuda para desarrollar un plan estratégico para su impulso; y entre sus muchas ideas surgió la de albergar un Gran Premio de Fórmula 1, aprovechando las muchas posibilidades que ofrece Ifema y todo su entorno.
Una idea, sin embargo, que estaba ya en su mente desde una de sus muchas visitas a diversos Grandes Premios de Fórmula 1 en años anteriores; y que ya una vez en Ifema, en 2020, incluyó como una de sus prioridades, dentro del plan de diversificación que estaba elaborando para el mayor centro de convenciones en España.
Pero sus primeros pasos en este ambicioso proyecto no fueron sencillos y pocos veían de inicio la viabilidad de poder recuperar para Madrid la Fórmula 1, y menos aún en pleno Ifema. Lo que De los Mozos tenía en mente iba más allá de una simple carrera sobre un nuevo trazado urbano, sino ofrecer una experiencia con multitud de eventos asociados a ella, algo que cuajó enseguida entre los máximos responsables de la F1, apoyado además en el atractivo de una ciudad de moda a nivel mundial como es Madrid, tanto cultural como turística y gastronómicamente hablando.
Tanto la Comunidad de Madrid como el Ayuntamiento de la capital y la Cámara de Comercio – instituciones que participan en el comité ejecutivo de Ifema– apoyaron a De los Mozos a iniciar el estudio de viabilidad transmitiendo a la empresa promotora de la F1, y una visita del propio José Vicente de los Mozos a Stefano Domenicali, CEO de la F1, fue uno de los primeros pasos para hacer realidad el ambicioso proyecto; una visita que devolvió posteriormente el propio Domenicali y que conoció de primera mano las muchas ventajas que suponía un Gran Premio en Ifema, a apenas cinco minutos del aeropuerto y a un cuarto de hora del centro de la capital.
Sin duda, la llegada de De los Mozos a la presidencia de Ifema ha sido vital para que la capital madrileña recupere uno de los eventos deportivos que más mueve en todo el mundo, tanto económicamente hablando como en número de seguidores, no en vano se estima que más de 90 millones de espectadores siguen por televisión la Fórmula 1… y Madrid estará a la vista de todos ellos.
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