Moderno en su diseño y en su tecnología, el Niro llega al mercado español apostando por mantener la misma política de precios del resto de la gama, siendo este uno de sus atractivos, por debajo de los 20.000 euros sin incluir Plan PIVE, un precio que le posiciona como uno de los híbridos más baratos. Y es que Kia ha apostado por abordar con este nuevo modelo dos de los segmentos que más están creciendo y con mayores perspectivas de seguir haciéndolo, el de los SUV y el de los híbridos.
De hecho, uno de cada cuatro coches que se vende es un todocamino o SUV y las previsiones a corto plazo estiman que serán casi uno de cada tres. El Kia Niro HEV podría englobarse entre los modelos de la categoría compacta con sus 4,35 metros de largo. En su fluido diseño destacan sus cortos voladizos delanteros y traseros, un cuidado diseño que se traslada al interior, en el que Kia ha logrado crear un entorno muy agradable, con un salpicadero en el que todo queda muy a mano y con la información del cuadro de instrumentos y de la pantalla central sumamente completa, incluyendo el funcionamiento del sistema híbrido.
Por formas y dimensiones, no hay duda de la personalidad todocamino de este nuevo Niro HEV, aunque la altura libre al suelo es de apenas 16 centímetros. No hay, como en el Toyota Rav4 Hybrid, versiones de tracción total con un segundo motor eléctrico, pero su filosofía tampoco es esa, sino aportar al uso diario grandes dosis de confort y versatilidad. Admite sin problemas cuatro pasajeros y abundante equipaje con total naturalidad.
Sólo unas prestaciones en carretera un tanto justas para quienes busquen mucho dinamismo podrían limitarlo, pero en la mayoría de los casos el Niro convencerá por su facilidad para moverse a velocidades medias. En marcha destaca el silencio que muestra en el tráfico urbano, con la acción inicial del motor eléctrico siempre que iniciemos la marcha con suavidad, pues no cuenta, como otros híbridos, con la opción de circular en modo 100% eléctrico pulsando un botón. En carretera destaca por la agilidad con la que se desenvuelve gracias también a su cambio automático de doble embrague DCT de seis marchas, que muestra una gran suavidad de funcionamiento y contribuye a que la conexión entre los motores térmico y eléctrico sea realmente agradable por suavidad.
El cambio incluye un programa Sport que permite hacer un uso manual secuencial con la palanca. A ritmos más o menos tranquilos, adaptando nuestra conducción al funcionamiento del conjunto híbrido, podemos lograr consumos realmente ajustados, en el entorno de los cinco litros, aunque si exigimos fuertes aceleraciones ya sea para adelantar o para mantener el ritmo en pendientes pronunciadas, además de generar más ruido del deseado, el gasto de combustible sube quizás más de lo deseado.
Y si decimos que su nivel de prestaciones no es muy elevado es también en parte por el que bastidor va sobrado para la capacidad de empuje del sistema híbrido, que desarrolla de forma conjunta 141 CV de potencia. Difícil poner en apuros este nuevo bastidor, una plataforma diseñada específicamente para este modelo –y que comparte con su casi hermano el Hyundai ioniq- y que combina un alto grado de confort con un comportamiento en curva muy sólido.
De suspensiones no muy blandas, y con una dirección suave en general y rápida, se mueve entre curvas con notable eficacia, sobre todo en las versiones con llantas de 18 pulgadas y neumáticos 225/45, que se corresponden con el nivel de equipamiento más alto Emotion. Con las de 16 pulgadas y medidas 205/60, gana en confort y en consumos, ligeramente más bajos, al menos según los datos oficiales. Para el mercado español, se han definido tres niveles de acabados, Concept, Drive y Emotion, con precios de partida de 19.985, 21.385 y 24.385 euros respectivamente, con un equipamiento desde el primero de ellos que incluye de serie sistema de asistencia de mantenimiento de carril, luces led, control de crucero, bluetooth o climatizador entre lo más destacado.
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