Los coches eléctricos se han convertido en la sensación del momento. Desde que hace un lustro comenzará a dar sus primeros pasos y se empezase a coquetear con la idea de dejar de lado la gasolina para dar paso a la electricidad en los automóviles, los concesionarios se han llenado de estos modelos que llaman la atención tanto a los usuarios como a la Administración que quiere eliminar de la circulación los coches que ya tengan una edad.
Aquí es donde entra en juego la OCU. La Organización de Consumidores y Usuarios se fundó en el año 1975 con un objetivo claro entre ceja y ceja: salvaguardar los derechos de todos los españoles y erradicar los abusos de las multinacionales. Para ello, la entidad publica diariamente un sinfín de informes y estudios de diversas temáticas de interés social, desde la mejor cerveza de marca blanca que puedes comprar en los supermercados españoles, hasta consejos para ahorrar durante tu vida laboral y así no depender única y exclusivamente de la pensión durante la jubilación.
Han pasado casi 50 años desde que la OCU comenzará a dar sus primeros pasos y gracias a esfuerzo y perseverancia se ha ganado el respeto de todo el gremio, hasta el punto de convertirse en una fuente fiable de información. Y es que a pesar de la imagen preestablecida que tienen la organización, la realidad es que la OCU es la primera en poner en marcha campañas para denunciar el cartel del sector de los coches que inflaron los precios de los modelos que se vendían durante 2006 y 2013 y denuncias para mejorar la Atención Primaria de nuestro país.
Contra todo pronóstico, la OCU ha querido entrar de lleno en uno de los temas de moda no solo en España, sino que en todo el mundo: los coches eléctricos. Estos nuevos coches son conocidos por todos como el futuro de los automóviles; sin embargo, hay un sinfín de mentiras que las personas se tragan y tratan como si fueran verdadera. Por ello, te vamos a contar cuáles son las falacias que giran en torno a los coches eléctricos.
Las mentiras que nos cuentan sobre los coches eléctricos
"Cada día aparecen nuevas informaciones sobre estos vehículos, algunas bastante alarmistas. Es cierto que los coches eléctricos tienen sus pegas: necesitan recargarse en puntos de carga que no siempre son fáciles de encontrar, hay que planificar bien los viajes largos, es posible encontrar dificultades al usar cargadores rápidos, etc. Y también sus puntos favorables. Esto es lo que hay de verdadero y falso en algunas informaciones que seguramente habrás oído sobre los coches eléctricos", explica la OCU en su informe sobre los coches eléctricos.
La pregunta que todo el mundo se hace llegados a este punto es: ¿Cuáles son las mentiras que giran en torno a los coches eléctricos? La OCU ha recopilado una serie de falacias que todos los españoles creemos que son verdad:
- Sus baterías se degradan rápido y no tienen garantía: falso. Las baterías de los automóviles, al igual que las de otros dispositivos, se degradan con el tiempo y las sucesivas cargas, lo que acorta la autonomía. Sin embargo, esa degradación no es rápida. De hecho, casi todos los fabricantes de vehículos garantizan la duración de sus baterías con una degradación inferior al 25% durante 8 años o 160.000 kilómetros.
- Hay muy poca oferta de coches eléctricos para elegir: falso. Sí es cierto que la oferta es menor que la de coches convencionales, pero también que no para de crecer, con lo que en la actualidad hay más de 100 modelos de coches eléctricos a la venta en España. A día de hoy, es posible adquirir un automóvil de este tipo de cualquier tipo de categoría y marca.
- Los coches eléctricos se incendian más fácilmente: falso. En los vehículos eléctricos el riesgo de incendio es 10 veces menor que el de uno de gasolina. Sí es cierto es que el fuego tarda más en extinguirse y hay que aplicar unos protocolos distintos para apagarlo, ya que se trata de un incendio producido por una reacción entre metales.
- El coche eléctrico es más caro de mantener que el de gasolina: falso. En realidad, un motor eléctrico tiene menos elementos que uno de gasolina, es más sencillo y trabaja a temperaturas más bajas, lo que puede disminuir el riesgo de averías y requiere menos mantenimiento. En contrapartida, como los coches eléctricos pesan más, es posible que haya que cambiar los neumáticos o amortiguadores con más frecuencia, pero los frenos se usan menos al aprovechar la frenada regenerativa y no llevan caja de cambios.
- El sobrecoste de compra no se llega a amortizar: depende del uso y las circunstancias puede tardarse más o menos. Un coche que se carga en el domicilio permite ahorrar unos 9.000 euros cada 100.000 kilómetros en combustible; es decir que, aunque el coche eléctrico cueste 9.000 euros más que uno equivalente de gasolina, el exceso de precio se habrá compensado a partir de 100.000 kilómetros de uso. Esta cifra es todavía menor si se puede acceder al plan Moves de ayuda al coche ecológico. Sin embargo, quien no disponga de punto de carga y no pueda disfrutar de las ayudas, tardará bastante más..
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación