La cita del motor de Barcelona es el próximo 11 de mayo y este año con la crisis económica (ajustes de presupuestos y escasa previsión de ventas ante el fuerte desplome que arrastra el sector, sobre todo en los dos últimos años) muchas marcas de coches han declinado la oferta de la Fira de Barcelona, organizadora del Salón del Automóvil de Barcelona. El ejemplo más claro es Opel, la sexta marca en España por ventas a 2012) y cuarta en lo que va de año, que lleva sin participar en esta cita en España (Barcelona y Madrid se turnan cada año) desde 2010. "Y de momento no nos hemos replanteado volver, y menos tal y como está el país", dice el primer responsable de Opel en España, el italiano Enrico di Lorenzi, en una entrevista a Vozpopuli.
A muchos de sus rivales les sigue sorprendiendo que Opel siga reticente en acudir a este evento del motor, uno de los más importantes en España (aunque está a años luz del prestigio de Frankurt, París o de Ginebra -según dicen los expertos-).
"Es una razón de control de gastos y con el Salón, como mínimo se te va medio millón de euros"
Las marcas que se quejan de esta situación reprochan a Opel que la marca alemana es un fabricante (a diferencia de las marcas que sólo importan coches) y el Gobierno está volcado en apoyar sobre todo a las marcas con fábricas en España, por ser las que más volumen de inversión dejan en el páis y las que más puestos de trabajo generan (aunque todas ellas están inmersas en una oleada de recortes de salarios o los llamados planes de competitividad).
"Como mínimo se te va medio millón de euros en adelante. Llevamos desde 2010 sin acudir a este tipo de eventos en España. La decisión viene de la matriz por un tema de control de gastos".
Una cosa no quita la otra. Di Lorenzi aplaude todas las acciones del Gobierno en apoyo de la industria del motor, que representa en España un 12% del PIB: ayudas económicas a la compra del coches (263 millones de euros repartidos en tres planes), apoyos institucionales para atraer la inversión de las grandes multinacionales a España (Nissan, Renault...), e incluso, compromisos por escrito con éstas para avanzar en competitividad y ahorro de costes en temas logísticos, de transporte y energía...
De hecho, el próximo gesto de Mariano Rajoy hacia la industria será el próximo 10 de mayo, un día antes de que arranque el Salón del Automóvil. Moncloa ha preparado un macro-almuerzo en el Barcelona con los presidentes y consejeros delegados de las marcas de coches. El objetivo es precisamente apoyar el Salón del Automóvil de Barcelona, según explican fuentes del sector, que parece que ha arrancado algo descafeinado y con alguna tensión de la organización.
"Es la primera vez que Rajoy reúne a la industria en el marco del Salón de Barcelona. Veremos qué cuenta"
Ante el desplome de las ventas (España se encuentra en niveles de los años ochenta), los organizadores del Salón, la Fira de Barcelona, han estado trabajando para evitar un fracaso como el del Salón de Madrid del año pasado (estuvo a punto de no celebrarse por el efecto contagio. Para resolverlo, Esperanza Aguirre telefoneó marca por marca para animar la participación). La indecisión de algunas marcas y el rechazo de otras a acudir han impulsado esta medida en colaboración con el lobby Anfac.
"Es la primera vez que Rajoy hace algo así. Lo hace en el marco del Salón de Barcelona. ¿Hablará de las fábricas, de logística? ¿Un intento de sacar adelante algo? Veremos qué cuenta. Desde hace tiempo el lobby de los fabricantes de coches trabajamos en torno al plan tres millones (pleno rendimiento de las fábricas)", añade Enrico di Lorenzi.
Algunas fuentes consultas creen que la cita no va ligada a ninguna decisión importante. "Es un apoyo sin más al Salón del Automóvil y un intento de sacarle los colores a las marcas que dan la espalda al Salón", dicen otras fuentes consultadas.
Control de riesgos: la crisis continúa
Pese al apoyo y los intentos del Gobierno, las cifras, por ahora, siguen alarmando y preocupando a los principales gestores de las empresas automovilísticas. "Es una situación excepcional. España nunca había vivido algo así. Y esto exige un mayor control de riesgos desde las empresas". Precisamente, este control de riesgos incluye mantenerse al margen del Salón de Barcelona hasta que se recupere la economía". ¿Y cuándo se recuperará?
"Me cuesta creer que en el segundo trimestre no habrá crisis. Espero la recuperación para 2014"
El Consejo de Competitividad dice que la crisis ya se acabado, y de hecho, los principales ejecutivos del Ibex se encuentran de roadshow por 21 capitales del mundo vendiendo este optimismo. "Es una cuestión más semántica. Salimos de la crisis porque no habrá otra crisis. Todos esperamos que la recuperación sea cuanto antes, pero no creo que sea hasta el próximo año. Estamos ligados a Europa". "Me cuesta creer que en el segundo semestre no habrá crisis. Ojalá. Pero creo que hasta el próximo año no habrá recuperación".
Más medidas
Di Lorenzi cree que todas las medidas que está impulsando el Gobierno están ayudando a la reactivación del mercado, pese a que las cifras siguen mostrando recortes en las ventas globales. "La venta a particulares ha crecido, pero el canal de las flotas ha caído, en parte, porque el kilómetro cero es incompatible con el PIVE y por la reducción de personal de las compañías".
"El PIVE-1 no ha sido tan malo. Se ha transformado en compras. El PIVE-2 ha empezado flojo, pero en abril estamos viendo más interés".
Con el PIVE, Opel está siendo una de las marcas que más beneficiada está saliendo. "Aprovechamos de esta gran ventaja. El 72% del PIVE son coches de entre 8.000 euros y 14.000 euros, horquilla en la que se mueve gran parte de nuestro producto. Opel sigue liderando ventas entre particulares desde el pasado mes de junio".
No osbtante, estas medidas del Gobierno de estímulo de la demanda parece que no son suficientes. Di Lorenzi apunta a la falta de acceso al crédito como uno de los graves problemas que están frenando las ventas. "Pero aquí no tenemos influencia".
Hay que trabajar más sobre la demanda retenida: con el impuesto de circulación y la ITV
En cambio, están luchando para impulsar las ventas sobre lo que llaman "demanda retenida", es decir, consumidores pontenciales. Por un lado, que la red de ventas pueda encargarse también del examen de la ITV con un mayor control de la Dirección General de Tráfico (DGT). A base de aumentar este control, los fabricantes aspiran a que la gente compre coche nuevo.
Una segunda media se centra en el nuevo impuesto de circulación, que entrarán en vigor en 2014 cuyas medidas se darán a conocer el próximo 26 de abril, en el marco del plan de reformas que presentará el Gobierno a Bruselas. El cálculo de este nuevo impuesto estará vinculado a criterios medioambientales "y esto lógicamente penaliza al que tenga el coche viejo".
Objetivo: ser rentable en 2015 o en 2016
Y bajo esta presión de la crisis en España este ejecutivo genovés, que llegó a la compañía en 2010, ha estado trabajando los últimos dos años. El resultado es que ha mantenido su cuota de mercado (rozando el 8%), y lo ha hecho apoyándose en nuevos productos, recortando un 30% el número de concesionarios y eliminando la práctica del kilómetro cero. "Esto último es algo muy peligroso en momentos de crisis". El objetivo: aportar su parte para que General Motor Europa sea rentable en 2015 o 2016.
Así la compañía ha reducido el número de concesionarios desde 170 en 2010 a 128 en junio de 2013. Unos se agrupan, otros se convierten en agentes de ventas... "El recorte no es tan agresivo como debería ser, si seguimos los niveles actuales de mercado. Pero esta cifra es la correcta para cubrir el territorio español, volumen que nos permite estar preparados también para cuando salgamos de la crisis. El mercado tarde o tenprano crecerá".
Otro aspecto que ha ayudado a mantener la cuota estos años de crisis es el plan de producto amplio, con modelos lanzamientos de coches nuevos como el Mokka, Adam y Opel Cabrio, motoros nuevos de gasolina y diésel (Zafira), o la nueva berlina de gama de alta gama, Insignia, que saldrá este año. Para fortalecer este plan, la compañía además acaba de anunciar 4.000 millones de inversión en toda Europa.
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