OnStar creó el automóvil conectado en 1996 y hoy en día pasa por ser uno de los más innovadores sistema de conectividad a través de los servicios ofrecidos en los modelos de las marcas de General Motors, Chevrolet, Buick, GMC, Cadillac y, por supuesto, Opel. Un servicio que responde a más de 100.000 llamadas de emergencia cada mes y que ha gestionado más de mil millones de peticiones de los clientes que interactúan por teléfono desde sus automóviles o desde la aplicación para smartphones, además de proporcionar a más de un millón de vehículos un servicio de un acceso a internet Wi-FI 4G LTE rápido y estable al que se pueden conectar hasta 7 dispositivos.
El ritmo al que OnStar ha llegado a las mil millones de interacciones muestra la gran demanda de los clientes por tener conectividad en su el vehículo. Cada dos segundos un cliente contacta con OnStar. El servicio recibe unas 5 millones de llamadas al mes de su base de más de 7 millones de clientes a las que se suman 8,8 millones de interacciones mensuales a través de la aplicación móvil.
Lanzado hace casi 20 años como un servicio que podría realizar una llamada desde el vehículo cuando se desplegaba el airbag, hoy OnStar desbloquea de forma remota las puertas del vehículo, hace sonar el claxon o encender las luces a distancia, permite la localización del vehículo si ha sido robado y descarga itinerarios directamente en el sistema de navegación del vehículo.
Un proceso, este último, cada vez más demandado en nuestro mercado y que hemos querido descubrir de primera mano en tres diferentes rutas que nos llevan a descubrir nuevos restaurantes a bordo de tres diferentes modelos de Opel. El primero, el Astra con el nuevo motor de gasolina de tres cilindros, una versión perfecta para el entorno urbano por sus bajos consumos.
Su agradable respuesta a bajo régimen lo convierten en una de las versiones de la gama que mejor se adaptan a una utilización diaria en ciudad. Antes de conectarnos a OnStar, nos damos de alta en el sistema a través de la web eur.onstar.com para estar localizados y poder interactuar con el sistema.
Pulsamos en botón y en un instante nos atiende un operador, le indicamos el nombre del restaurante y en pocos segundos nos vuelca directamente sobre el navegador la dirección sin tener nosotros que introducir ningún dato. Basta pulsar el botón de inicio de recorrido y el sistema nos guía hasta el destino final.
Un destino en este caso, La Aguja de Las Tablas, situado en el barrio madrileño del mismo nombre, centro financiero ahora de la capital. Un restaurante que acoge a diario a personalidades de las grandes empresas de la zona como Telefónica o BBVA entre otras y que empieza a convertirse en centro de reunión obligatorio. Su director, Lorenzo Ballesteros, ha diseñado un local amplio, muy luminoso y con una cuidada presentación. Tanta como su propia carta o la bodega, todo un lujo por la variedad de caldos disponibles, más de 170, casi todos ellos de las más afamadas bodegas de Rioja y Ribera del Duero, aunque también francesas e italianas.
En su cocina, el chef Jose Manuel Reyes elabora una carta basada en la cocina mediterránea, con un toque internacional y de autor que logra un resultado sin duda exquisito y que ha sido capaz de atraer a muchos nuevos clientes semana tras semana. En su parrilla platos como el pulpo o el rodaballo a las brasas entre los pescados o el chuletón de ternera y las chuletillas de cordero entre las carnes son de los más aclamados, aunque la oferta es sin duda amplia y muy variada.
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