¿Puede un Mini ser todoterreno y deportivo? La respuesta, Countryman John Cooper Works

Vuela hasta rozar los 240 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en poco más de seis segundos. Y a primera vista, aunque "tuneado" en su aspecto frente a cualquier otro Countryman, sigue teniendo un aire de todoterreno común al resto de la gama. Un modelo sin duda muy diferente y que ofrece dos caras bien diferenciadas, la de un deportivo capaz de transmitir muchas sensaciones al volante y la de un práctico familiar para ciudad y para el campo.

En cualquier caso, lo que no hace este Mini es pasar inadvertido, con una estética muy marcada que refleja su personalidad deportiva sobre todo en su zaga, con una doble salida de escape en cada extremo del paragolpes, un spoiler sobre el maletero y unas vistosas llantas de 18 pulgadas que le confieren un aspecto más contundente frente a cualquier otro Countryman. No resulta, a pesar de todo ello, muy cargado en su estética. 

Pero aunque su estética marca mucho, es su motor el que sin duda le distingue respecto a cualquier otro modelo de la gama. Al igual que el resto de los John Cooper Works actuales, el Countryman equipa un propulsor TwinPower Turbo de gasolina de 2 litros de cilindrada, con una potencia de 231 CV y un par máximo de 350 Nm desde sólo 1.450 rpm. El sistema de tracción total All4 es de serie, y puede montar cambio manual de 6 marchas o automático de 8 velocidades, sin duda una opción esta última mucho más recomendable dado el buen funcionamiento que exhibe, tanto por el confort y la suavidad que aporta a la conducción como por su rapidez de funcionamiento en conducción deportiva. Con este cambio, acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos. También es de serie el tren de rodaje deportivo y el equipo de Brembo, con pinzas de 4 pistones en las ruedas delanteras.

Con estas suspensiones firmes, el comportamiento del Countryman más potente sorprende por la facilidad para moverse muy deprisa por trazados muy sinuosos. A pesar de su altura, entra en curva con facilidad y se mantiene en ella con enorme precisión. No es tan rápido y ágil como el Mini JCW más pequeño, pero a cambio resulta luego mucho más versátil a la hora de cubrir largos trayectos.

Ofrece en ellos mucho más confort, menos ruido en el interior a alta velocidad y, además, puedes salirte del asfalto y afrontar tramos de tierra con cierta solvencia. Tracciona muy bien en terrenos poco adherentes y su altura al suelo permite, con cierto cuidado, meternos en caminos con garantías.

Y por dentro, cuenta además con espacio confortable para cuatro personas, con un maletero muy razonable con sus 450 litros. No es precisamente barato, pero sus 39.000 euros con cambio automático incluye al menos un completo equipamiento, que incluye faros LED, barras de techo, suspensión deportiva, frenos Brembo, Mini Driving Modes, asientos deportivos, volante multifunción JCW, climatizador, control de crucero, sensores de aparcamiento traseros y sistema de infoentretenimiento Mini Connected con llamada de emergencia además de la tracción total All4.