Las inversiones realizadas por el Grupo Renault, 600 millones de euros, en sus diferentes plantas españolas han permitido adaptar las instalaciones industriales para cumplir con las exigencias de calidad de las factorías. El pasado 2015, ya inició la producción del Kadjar en Palencia, fábrica que ya ha comenzado la producción de la nueva generación del Mégane, la cuarta, modelo que se produce desde 1995 y del que han salido más de 4 millones de unidades.
Tanto Kadjar como Mégane están diseñados sobre la base de una misma arquitectura modular de la Alianza Renault-Nissan CMF C/D, que ha obligado a la factoría a transformarse y ha llevado a una evolución de sus empleados, herramientas y procesos. Palencia ya había iniciado su transformación tras la firma del acuerdo de competitividad español a finales de 2012 que hizo que se le atribuyera la producción de estos nuevos vehículos de la gama.
Al igual que en el resto de las factorías de Renault y Nissan, en Palencia se aplica desde principios de 2015 el Alliance Production Way (APW), una síntesis de las mejores prácticas de los dos sistemas de producción Renault y Nissan, para un mayor rendimiento y competitividad. La producción sincronizada con la demanda de los clientes, sinónimo de calidad y de cumplimiento de los plazos, es el corazón del APW. Esto implica la perfecta sincronización de la factoría con sus proveedores, tanto en términos de flujos como de prestaciones, a través de una gestión de las previsiones optimizada.
La formación del personal es otra de las claves del aumento de la cadencia de la planta. En 2014, el número de horas de formación era de 42 horas por persona. Con la llegada de los nuevos modelos esta cifra se ha duplicado para reforzar el conocimiento de los nuevos productos, seguridad, calidad/calidad percibida, destreza… Todos los empleados que trabajan en Kadjar y Nuevo Mégane acceden a una mejora de sus competencias.
Tanto la zona de soldadura como la de pintura y montaje se ha transformado para adaptarse a los nuevos requerimiento, sobre todo la primera de ellas, que cuenta con un total de 874 robots y nuevas instalaciones para la fabricación de las bases rodantes, dentro de un espacio llamado “Main Floor” para la llegada de Kadjar y del nuevo Mégane. 250 robots high-tech junto a 70 nuevos robots equipan la nueva línea de ensamblaje de los lados de caja, la Nissan Standard Line (NSL).
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