Una cifra que supone un 16% más que durante el mismo periodo del año pasado para un beneficio de explotación de 748 millones de euros, es decir, un 41% más, mientras que el beneficio neto fue de 671 millones de euros.
En todo el mundo, las ventas de Mazda crecieron un 6% en el semestre, totalizando 669.000 unidades. En Europa, el crecimiento fue del 21%, con unas ventas de 90.000 unidades, mientras que en Norteamérica y China también registraron crecimientos muy sólidos, con un 14% y un 19% respectivamente.
Al igual que en los demás mercados, los nuevos modelos de la marca han tenido una buena acogida en Europa, liderados por el compacto Mazda3, a la espera de la llegada de un modelo, el nuevo Mazda2, que en sus primeros meses de comercialización en el mercado japonés ha tenido una gran acogida.
Asimismo, en 2015 está previsto lanzar nuevos modelos, como el Mazda CX-3 —un SUV de dimensiones compactas para entrar en el segmento de los Audi Q3 y BMW X1— y las nuevas versiones del Mazda6 y el Mazda CX-5. Con todos estos productos en rampa de lanzamiento, Mazda confía en alcanzar los objetivos que se había marcado para este año fiscal, a pesar de la situación económica mundial. La empresa espera vender 1,42 millones de vehículos durante los 12 meses que terminarán en marzo de 2015, lo que supondría un crecimiento interanual del 7%.
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