La llegada de los motores diésel a las grandes berlinas supuso en su momento casi un "sacrilegio", pero la evolución sufrida por este tipo de motores en los últimos diez o quince años ha terminado por hacer de estas superberlinas de gasóleo modelos casi tan refinados como las versiones de gasolina. Su mejor argumento, unos consumos muy por debajo de estos últimos. Pero los hay quienes no quieren saber nada del diésel en este tipo de coches, aunque no hacen ascos a unos consumos más ajustados. La alternativa, los motores híbridos, que combinan el agrado y refinamiento siempre superior de un motor de gasolina con unos consumos algo más ajustados con el apoyo del motor eléctrico. ¿Será la solución en estas grandes y pesadas berlinas?
Para comprobarlo, nos planteamos viaje de ida y vuelta en el día de Madrid a Valencia por el trazado más favorable para estos modelos, amplias autovías donde mejor se desenvuelven, pero con tramos virados y desniveles pronunciados en el trazado que obligan a cambiar mucho de ritmo y no permiten mantener una velocidad completamente estable. Curvas de menos de 100 km/h y largas rectas donde dar rienda suelta en las que es fácil moverse a velocidades muy elevadas... con la sensación en estas grandes berlinas de ir realmente despacio.
Si en el Serie 7 soprende la mínima rumorosidad de su motor incluso en parado al ralentí, en el Clase S híbrido la sensación es casi como si el motor estuviera apagado. Ni se oye ni casi se siente. En marcha, más de lo mismo en este sentido, siempre con ligera ventaja para el sistema híbrido, que aporta un mayor silencio de marcha. La respuesta cuando se les exige a estas berlinas de más de 300 CV da la sensación de ser menor de lo esperado. Pero es la capacidad de filtrado que aportan lo que provoca el engaño, pues basta ver el velocímetro para darse cuenta de la facilidad con que ganan velocidad.
¿Y los consumos? Pues es justo aquí donde mayores diferencias encontramos. En ciudad el apoyo más constante del motor eléctrico equilibra más las cosas, y el Clase S híbrido se conforma con valores no muy alejados del Serie 7 diésel, aunque requiere para ello una mayor dulzura en la conducción para permitir que el motor eléctrico actúe en mayor medida.
Pero en carretera, el motor de gasóleo del 740d demuestra una mayor eficiencia. Manteniendo cruceros de marcador de 140 km/h, roza los 7 litros cada 100 kilómetros de media, casi dos litros menos que los obtenidos con el Mercedes S400h. Unos 60 euros para cubrir el trayecto Madrid-Valencia-Madrid y sin necesidad de parar a repostar frente a los algo más de 80 euros en el caso del híbrido.
DATOS COMERCIALES:
Modelo: BMW 740Ld xDrive / Mercedes S400h L
Precio: 108.850 / 107.120 euros
DATOS TÉCNICOS
Motor: 6 cil. en línea / 6 cil. en V + eléctrico
Cilindrada: 2.993 / 3.498 cm3
Potencia máx.: 320 CV a 4.000 rpm / 333 CV
Par máximo: 680 Nm a 1.750 rpm / 620 Nm
Tracción: Total permanente / Trasera
Caja de cambios: Autom. de 8 vel. / Autom. de 7 vel.
Dimensiones: 5,24 / 1,90 / 1,48 m // 5,25 / 1,90 / 1,49 m
Peso: 1.975 / 1.945 kg
Depósito de combustible: 78 / 70 litros
Capacidad del maletero: 515 / 510 l.
PRESTACIONES
Vel. máxima: 250 / 250 km/h
Acel. 0 a 100 km/h.: 5,3 / 6,8 seg
Consumo en recorrido de pruebas: 6,9 / 8,8 l/100 km
Autonomía en carretera: 1.130 / 795 km.
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