El Gobierno del estado federado alemán de Baden-Wüttenberg ha acordado que a partir de 2018, cuando se registre una alta contaminación atmosférica en la capital, Stuttgart, se prohibirá la circulación en la ciudad de vehículos diésel que no cumplan la norma de emisiones Euro6.
El Gobierno regional, una coalición de ecologistas y conservadores, incluyó esta medida en un nuevo catálogo aprobado para intentar atajar los altos índices de contaminación de una ciudad con problemas por su especial topografía y localización en un estrecho valle.
"Queremos poner en marcha estas medidas antes de que un juzgado nos las imponga", manifestó en un comunicado el primer ministro regional, Winfried Kretschmann, de Los Verdes, después de que el año pasado un tribunal administrativo instara a las autoridades a diseñar un plan de acción.
La prohibición, como señala Efe, será efectiva cuando se decrete en Stuttgart una "alerta de contaminación", que se determina, explica la ciudad, cuando el Servicio Meteorológico Alemán prevé que va a haber al menos dos días seguidos de poca circulación de aire; sólo en enero la alerta se activó durante 17 días.
Las directivas comunitarias de calidad del aire exigen que la concentración de partículas peligrosas no superen los 50 microgramos por metro cúbico al día más de 35 veces por año, pero en Stuttgart se sobrepasó esa barrera en 63 ocasiones.
Según datos de la prensa local, en la ciudad hay matriculados 107.000 vehículos diésel y 73.000 de ellos no cumplen la norma Euro6, aunque habrá excepciones para vehículos de reparto.
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