Los SUV o todocaminos de tamaño medio, aquellos que superan ligeramente los cuatro metros y medio de longitud, ocupan en el mercado global una parte relevante de las ventas, y la tendencia al alza de los últimos años ha hecho que muchos fabricantes apostaran por potenciar este tipo de versiones en las que los motores Diesel suponen cerca del 90% de las ventas. Y uno de los argumentos que buscan casi todos es llegar a ofrecer en estos modelos con carrocerías grandes, de mucha mayor altura que un turismo y pesos elevados, consumos realmente ajustados.
Una guerra que ha llevado a casi todos ellos a sacrificar incluso el rasgo de identidad que inicialmente les marcaba, su condición de tracción total. Pero visto que la mayoría de clientes apenas pisan el campo en contadas ocasiones y que la estética supone una de las razones de compra de mayor peso, las versiones de tracción delantera han sido la solución para minimizar los consumos. Ello, y la llegada, como en el caso del Honda CR-V, de mecánicas de baja cilindrada y ajustadas para ofrecer el menor consumo posible.
Y es que con la adopcion de esta novedosa mecánica de 1,6 litros -la segunda que desarrolla Honda tras la version de 2,2 litros- el gigante japonés accede de golpe a un tipo de mecánicas que se van imponiendo poco a poco en el mercado, incluso en modelos de carrocerías como la de los SUV. Su funcionamiento en el CR-V resulta de entrada más agradable incluso que la version de mayor cilindrada, y su respuesta, con 120 CV y una enérgica respuesta desde poco más de 1.500 rpm, logra que el CR-V gane velocidad con rapidez. Tanto en carreteras abiertas tipo autovías como en secundarias con más curvas, adelantamientos constantes y orografía del recorrido más variado, el motor de 1,6 litros permite mantener altos ritmos con más sencillez de lo que cabría esperar.
¿Y de consumo? Pues los 4,5 l/100 km que anuncia Honda como valor medio homologado lógicamente en el día a dia no es fácil verlos. Con mucho tacto en la conducción, sin grandes aceleraciones en ningún momento, sí podemos ver cifras en el ordenador ligeramente por debajo incluso de 5 litros, pero en una conducción más real, con ciertas dosis también de suavidad en la conducción, estamos rozando los 6 litros, una cifra sin duda muy a tener en cuenta para un modelo de las proporciones del CR-V. Muy cerca de él según datos oficiales pero no tanto en la práctica está el Mazda CX-5, cuya tecnología Skyactiv no impide que la mayor cilindrada del motor, 2,2 litros, acabe por reflejar unos consumos más elevados, por encima de los 6,5 l/100 km.
LOS CINCO QUE MENOS CONSUMEN:
1. Honda CR-V 1.6 i-DTEC 120 CV: 4,5 l/100 km
2. Mazda CX-5 2.2 Skyactiv-D 150 CV: 4,6 l/100 km
3. Toyota Rav4 120D 120 CV: 4,9 l/100 km
4. BMW X3 sDrive 18d 143 CV: 5,1 l/100 km
5. Audi Q5 2.0 TDI 150 CV: 5,3 l/100 km
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