Motor

Tourneo Custom y Caravelle, los comerciales de Ford y Volkswagen para familias muy numerosas

Tienen aspecto de furgoneta, pero una vez en sus interiores se desmarcan de aquellas a través de unos salpicaderos derivados de los turismos de sus respectivas marcas y unos niveles de acabados propios de estos últimos. Eso sí, el espacio que ofrecen es inalcanzable ni siquiere entre los grandes y lujosos monovolúmenes, llegando a ofrecer hasta 9 asientos.

No son modelos de grandes volúmenes de ventas ni mucho menos, pero el paso dado en los últimos tiempos en refinamiento, acabados o equipamiento les ha hecho ser merecedores de una mayor atención por parte de quienes buscan un vehículo amplio de verdad con el que poder viajar con la familia a cuestas y con una capacidad de carga a la que no llega siquiera los grandes monovolúmenes, un segmento en claro retroceso en los últimos años. Por ello, versiones como el Tourneo Custom o la Caravelle han cobrado cierto protagonismo como opción entre familias muy numerosas, toda vez que en sus interiores pueden llegar a ofrecer hasta nueve plazas.

Con algo más de tradición en este tipo de modelos, Volkswagen juega con cierta ventaja con el Caravelle, aunque la rápida evolución experimentada por Ford en los últimos años le ha llevado a disfrutar en su gama de un Tourneo Custom que le ha puesto las cosas muy difíciles al modelo de Volkswagen, de entrada a través de un precio claramente por debajo. 6.000 euros menos en la factura puede ser, para muchos, motivo suficiente.

Ambos rozan los cinco metros de largo y superan las dos toneladas de peso, pero sorprenden una vez en marcha con un grado de dinamismo muy por encima de lo que puedes pensar antes de ponerte a sus mandos. Giran mucho más de lo esperado en espacios reducidos, aunque dadas las dimensiones las maniobras requieren más atención que en cualquier monovolumen por grande que sea. La cámara de visión trasera situada en el espejo retrovisor interior del Tourneo ayuda bastante.

Pero no será en ciudad donde este tipo de modelos pasen buena parte de su vida, sino en carretera, viajando con hasta nueve plazas disponibles tanto en una como en otra. Tres filas de tres asientos disponibles en ambos, aunque mejor resuelto en el caso del Tourneo Custom que disfruta de asientos individuales en la segunda y tercera fila para una mayor versatilidad interior y una mayor facilidad para configurar el mucho espacio disponible. Muy similares en este sentido — ambos ofrecen hasta nueve cómodas plazas de verdad— la balanza cae del lado de Ford por lo que al interior se refiere gracias a la mayor capacidad de configuración de los asientos.

Rodando sobre el asfalto, se muestra mejor adaptado el Caravelle, con unos movimientos de carrocería algo más controlados que en el Tourneo y una dirección que genera más confianza cuando abordamos a alta velocidad un tramo de curvas. No están hechos para correr mucho en ellos, pero el comportamiento del Volkswagen permite mayor alegría en la conducción, siempre dentro de los límites que marcan sus especiales proporciones, alejadas de cualquier turismo convencional. Porque aunque permiten un ritmo más alto de lo que puedes pensar, es ante imprevistos cuando sale a relucir su origen de vehículo comercial con reacciones, por mucha electrónica que lleven, difíciles de controlar en condiciones de fuertes frenadas o de esquiva de algún obstáculo en el camino.

Pero en condiciones normales, el confort que proporcionan está muy próximo a los tradicionales monovolúmenes, con interiores ya mucho mejor aislados que, incluso a baja velocidad en ciudad, nos aíslan con eficacia del ruido del motor, algo más silencioso incluso por parte del Volkswagen. La mayor firmeza de amortiguación del Caravelle le hacen ligeramente más incómodo al pasar sobre baches o sobre firmes irregulares, aunque en asfaltos en buen estado con cualquiera de ellos el confort está asegurado.

Muy diferentes resultan los motores, tanto en su funcionamiento como en su rendimiento. El TDI de Volkswagen ofrece menos potencia pero una mejor predisposición a mover con mayor soltura las dos toneladas de peso del Caravelle, ofreciendo una mayor punta de velocidad y unos consumos además más ajustados. El 2,2 litros de Ford no responde especialmente bien a muy bajo régimen, lo que limita en la práctica su margen de utilización, situado entre 2.500 y 3.500 revoluciones. En esa banda responde incluso con algo más de fuerza que el Caravelle TDI, pero obliga a estar más atentos al cambio.

FICHA

  DATOS COMERCIALES:
  Modelo: Ford Tourneo / Volkswagen Caravelle
  Versión: Custom Titanium 2.2 TDCI / Comfortline Edition 2.0 TDI
  Precio: 36.000 / 42.650 euros

  DATOS TÉCNICOS
  Motor: 4 cil. en línea / 4 cil. en línea
  Cilindrada: 2.198 / 1.968 cm3
  Potencia máx.: 155 CV a 3.500 rpm / 140 CV a 4.000 rpm
  Par máximo: 385 Nm a 1.600 rpm / 340 Nm a 1.750 rpm
  Tracción: Delantera / Delantera
  Caja de cambios: Manual de 6 vel. / Manual de 6 vel.
  Dimensiones: 4,97 / 1,99 / 1,97 m // 4,89 / 1,90 / 1,99 m
  Peso: 2.165 / 2.116 kg
  Depósito de combustible: 80 / 80 litros
  Capacidad del maletero: 922 / - l.

  PRESTACIONES
  Vel. máxima: 157 / 173 km/h
  Acel. 0 a 100 km/h.: 15,1 / 14,2 seg
  Consumo en recorrido de pruebas: 9,7 / 9,1 l/100 km
  Autonomía en carretera: 842 / 879 km.

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