Motor

Nos subimos a las últimas novedades de Mercedes y Mitsubishi para el mercado español

La gama de Mercedes-Benz no deja de crecer, con modelos tan impactantes como el AMG más accesible desarrollado sobre el Clase A. Mitsubishi renueva uno de sus más exitosos modelos, el ASX.

No hace demasiados años que Mercedes-Benz basaba su gama en cuatro o cinco modelos, prácticamente berlinas y todo terrenos como el emblemático Clase G. Pero hoy en día, su oferta es sin duda abrumante y abarca casi todos los segmentos, destacando de manera muy especial sus versiones desarrolladas por AMG, una de cuyos últimos productos es el "pequeño" Clase A Sedán. Mitsubishi, sigue apostando por sus modelos SUV, entre los que el ASX pasa por ser uno de sus modelos más exitosos en España.

Mitsubishi ASX: nueva imagen, nuevo motor

El ASX estrena imagen.

La puesta al día que el fabricante japonés ha realizado en el ASX afecta sobre todo a cambios estéticos y a la adopción de un nuevo motor de gasolina, manteniendo la misma base estructural del modelo que vio la luz en 2010. Los cambios de diseño se aprecian sobre todo en el frontal y en menos medida en la parte posterior, destacando los nuevos grupos ópticos delanteros y la parrilla que aporta una mayor personalidad estética. Además, estrena tres nuevos colores, Rojo Diamante, Naranja Solar y Marrón Roble.

La habitabilidad del interior no cambia y mantienen buenas cotas para acoger a cuatro adultos sin problemas. El maletero mantiene también la capacidad, 406 litros, una cifra no muy elevada para su tamaño, ligeramente por debajo de la media de sus rivales. Lo que sí ha mejorado es el sistema multimedia, con una nueva pantalla táctil más grande de 8 pulgadas y un sistema operativo que ha sido actualizado para poder reproducir vídeos almacenados en una memoria extraíble de tipo USB. Se echa en falta la posibilidad de disponer de un sistema de navegación, pero el sistema es compatible tanto con Android Auto como con Apple CarPlay.

Motor aparte, la conducción del ASX apenas ha cambiado, destacando por su buena agilidad entre curvas y su buen aplomo a alto ritmo, aunque dinámicamente el paso del tiempo se deja notar y no está entre los mejores de segmento en este aspecto. Es un SUV más cómodo que eficiente sobre el asfalto, con reacciones seguras y que genera buenas sensaciones a sus mandos, pero si buscas disfrutar a alto ritmo de la conducción hay opciones mejores. El habitáculo está bien aislado del ruido de rodadura o del aire, pero igualmente no llega al nivel de otros modelos más actuales.

Si en el anterior ASX la única opción de gama era un motor de gasolina de 1,6 litros y 117 CV con cambio manual de seis velocidades y tracción delantera, ahora Mitsubishi refuerza la gama con este nuevo motor de dos litros y 150 CV que puede tener además cambio automático y tracción total, versión que hemos podido conducir en un corto recorrido por carreteras valencianas. Una conducción marcada sin duda por el cambio automático de tipo variador continuo, que funciona de forma muy suave agradable a ritmo tranquilo, perfecto para ciudad y entorno interurbano, pero que cuando se busca aceleración genera un nivel de ruido del motor demasiado apreciable. El consumo puede ser algo elevado en estas condiciones por encima de los 9 l/100 km si buscamos cierto grado de dinamismo al volante.

Mercedes-Benz AMG A35 4Matic: tracción total y 306 CV

A35 AMG, el Clase A más deportivo.

Es el AMG más accesible, pero todo un AMG al fin y al cabo. Una versión sin duda diferente a cualquier otro Clase A, tanto en rendimiento como sobre todo en sensaciones. Tiene un motor de 306 CV, tracción total y una caja de cambios automática de doble embrague con levas en el volante y siete velocidades. Por fuera, su imagen cambia pero no de forma tan radical como lo hace su conducción,  con unos parachoques y parrilla ligeramente distintos, llantas específicas y dos salidas de escape de mayor diámetro.

Tampoco el interior tiene modificaciones sustanciales, salvo algunos detalles decorativos como las molduras del salpicadero y las puertas o los pespuntes de los asientos. El sistema multimedia MBUX es el mismo al de otras versiones, aunque para este AMG la pantalla de la instrumentación tiene menús con tres estilos de visualización específicos, más un menú especial AMG donde el conductor puede elegir entre varias pantallas especiales para esta versión, como Calentamiento, Configuración, Fuerza G y Datos del motor.

Eso sí, basta unos pocos metros para darse cuenta que este AMG A35 no es un Clase A más. La suspensión, que opcionalmente puede tener amortiguadores controlados electrónicamente, es claramente más firme, y su funcionamiento es sin duda brillante por su eficacia sin llegar a ser radical. Su dureza hace que la carrocería no se mueva apenas en apoyos muy fuertes y mantiene una capacidad de filtrado más que correcta a la hora de viajar a pesar de unos neumáticos de perfil muy bajo, 235/40.

Las reacciones a alto ritmo son fáciles de controlar y permite sacar todo el rendimiento a los más de 300 CV del motor con cierta facilidad. Requiere algo de manos para ello, pero no es un deportivo exigente y diseñado sólo para manos muy expertas. La tracción total 4Matic gestiona los excesos de gas para que no se produzcan pérdidas de tracción ni salidas de trayectoria en plena aceleración a la salida de la curva. Con todas las ayudas electrónicas activadas, cualquier exceso queda rápidamente neutralizado. Por todo ello, resulta muy fácil conducir a muy alto ritmo con una gran sensación de seguridad en todo momento.

El motor es, sin duda, protagonistas en la conducción. Hasta más o menos 3.000 vueltas es agradable, no suena mucho y acelera con rapidez, pero a partir de ahí el empuje resulta brillante, ganando velocidad con enorme rapidez. Para disfrutar además de su sonido hay que escoger el modo de conducción Sport+, en el que el escape gana protagonismo con un sonido más grave e intenso y generando 'petardeos' al reducir marchas que estimulan a la hora de practicar una conducción deportiva. Sus prestaciones hablan por sí solas; 4,7 segundos de 0 a 100 km/h y 250 km/h de velocidad máxima. El consumo, varía mucho según la conducción, pero viajando a ritmo normal incluso algo por encima de los 120 km/h legales puede estar en poco más de 8 l/100km.

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