Las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) de los coches nuevos vendidos en España se situaron en 116 gramos por kilómetro recorrido en el primer semestre del año, lo que supone dos gramos más que la media del mismo periodo del año pasado, según datos de la consultora MSI para la patronal de los concesionarios, Faconauto. De esta manera, se acentúa la tendencia negativa que experimentó esta estadística durante 2017, cuando se incrementó por primera vez en diez años.
Faconauto atribuye este incremento a la caída en las matriculaciones de los coches diésel, cuyas ventas se han reducido hasta junio un 18,3%, suponiendo ya sólo un 37% de todo el mercado. En paralelo, ha habido un trasvase de compradores que han optado por la gasolina, tecnología que ha acaparado el 56% de las matriculaciones y que ha crecido un 35%. Los motores diésel emiten hasta 20% menos de CO2 que los equivalentes de gasolina, por lo que el rápido descenso en sus matriculaciones, junto al repunte de los de gasolina, explica el mal dato de emisiones medias en lo que va de año.
Al respecto, Faconauto considera que, con la configuración actual del mercado, en la que predominan los motores de combustión, la última generación de vehículos diésel es esencial para alcanzar los objetivos climáticos y la descarbonización del transporte en el futuro cercano. La UE ha establecido que los fabricantes reduzcan las emisiones de CO2 de sus coches hasta los 95 gramos para el año 2021 y hasta 66 gramos en 2030.
Energías alternativas, solo un 6%
Al mismo tiempo, para la patronal de los concesionarios, los Vehículos de Energías Alternativas (VEA) protagonizarán la movilidad del futuro, pero todavía no son una alternativa real para los ciudadanos. Así, en lo que va de año los eléctricos sólo han representado el 0,3% de las matriculaciones, los híbridos (gasolina/motor eléctrico) un 5% y los híbridos a gas un 0,9%. La llegada real al mercado de los VEA será también clave para lograr reducciones significativas de CO2 más allá de los niveles de 2020, pero pasa por la disponibilidad de la infraestructura de recarga. Al respecto, el liderazgo de las Administraciones Públicas para intensificar las inversiones en infraestructuras no está siendo suficiente, a pesar de ser determinante, como sí ocurre otros países de nuestro entorno.
“El hecho de que estén aumentando las emisiones medias de CO2 de los coches vendidos en España indica que el debate que se está generando desde ámbitos sociales y políticos alrededor del diésel es poco realista, no responde a las demandas de los consumidores y está acelerando artificialmente su desaparición, lo que puede ser contraproducente para el objetivo común, en el que el sector es el primer interesado y está absolutamente involucrado, que es alcanzar una movilidad sostenible.
En lugar de alimentar esta polémica, habría que ir a la raíz del problema, que es un parque automovilístico muy antiguo y contaminante, y propiciar la solución, que pasa por facilitar que se achatarren esos coches viejos, por una nueva fiscalidad “verde” del automóvil y por que las Administraciones Públicas se tomen en serio la implantación de los Vehículos de Energías Alternativas”, ha dicho el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez.
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