Casi 500.000 clientes de los más de 680.000 afectados por los motores diésel de la familia EA189 que incorporan un software para manipular los datos de emisiones contaminantes ya han sido contactados por Volkswagen España para iniciar el proceso de reparación a coste cero para el cliente. Lo que no contempla la marca es indemnizar a sus clientes, algo que sí está sucediendo en Estados Unidos donde Volkswagen está entregando 1.000 dólares como compensación por el fraude, alegando en el caso de España ya tienen la solución para los vehículos mientras que en Estados Unidos todavía no la hay y además las legislaciones medioambientales son diferentes, según ha precisado el presidente de Volkswagen-Audi España, Francisco Pérez Botello.
Según ha explicado, en las próximas semanas el problema de las emisiones se empezará a solucionar en los modelos con el motor 2.0 TDI montados en el pick-up Amarok y, a mediados de año, se llamará a pasar por el taller a los propietarios de los modelos con el propulsor 1.2 TDI. Ya a partir de octubre será el turno de los modelos equipados con el bloque 1.6 TDI. Pérez Botello ha precisado que es un tema "muy complejo" que se va a solucionar sin coste para los clientes y que no va a suponer una nueva homologación de los vehículos afectados (entre 2008 y 2014), porque el trucaje no afecta ni a las prestaciones ni al consumo. Para contactar con el 30 % de perjudicados restante se está trabajando con la Dirección General de Tráfico, porque se trata de personas que han adquirido el vehículo de segunda mano.
Una vez que el vehículo sea reparado en los talleres oficiales de la marca se acreditará la intervención con una pegatina en el motor, con el sellado del libro de mantenimiento y con la factura -con un coste cero para el cliente- de la operación, lo que permitirá a los propietarios venderlo si quieren. Sobre la posibilidad de que el cliente decida no reparar el coche y poder así reclamar posteriormente, el presidente de Volkswagen-Audi España ha dicho que en estos momentos no hay ningún problema porque los coches son seguros y pueden pasar la ITV. El problema podría llegar si, en el futuro, las autoridades españolas pidiesen un certificado de que se ha subsanado el problema de las emisiones.
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