La tracción trasera y la deportividad que respiran casi todos los modelos de la marca han sido desde siempre argumentos que definían el carácter de la marca. Un carácter que poco a poco va evolucionando y adecuándose a los tiempos actuales, en los que la eficiencia energética y la racionalidad de compra que invade cada vez más entre los usuarios ha llevado a BMW a lanzar al mercado modelos como este novedoso Active Tourer que, aunque englobado como una carrocería de la Serie 2, lo cierto es que nada tiene que ver con aquella.
Y es que el Active Tourer es el único modelo de la marca alemana que recurre a un sistema de tracción delantera, sin duda el más extendido en todo el mercado del automóvil. Una pequeña renuncia a sus principios en aras de ofrecer un modelo más cercano al público, un práctico monovolumen de tracción delantera para hacerse hueco en uno de los segmentos, junto al de los SUV o todocaminos, que mayores perspectivas de crecimiento tienen a corto y medio plazo. Hasta Merceces-Benz puso sus ojos en este tipo de modelos con su Clase B, también de tracción delantera, y será por tanto uno de los más directos rivales del Active Tourer de BMW.
Eso sí, como BMW que es, la tecnología que puede llegar a ofrecer está un paso por delante de los modelos de marcas generalistas, aportando toda la experiencia de la marca en sus modelos de muy alta gama para ofrecer en un formato mucho más convencional sistemas no siempre disponibles. Uno de ellos es el asistente de conducción en atascos capaz no solo de mantener la distancia con el vehículo precedente, sino también de actuar por sí mismo sobre la dirección para circular sin salirse del carril. Necesita, para ello, estar equipado con el sistema de navegación que es capaz de diferenciar el recorrido por el que circula. Una función denominada «Traffic Jam assist» que está operativa entre 0 y 40 km/h y que funciona gracias a las imágenes que capta una cámara.
Pero más que por su tecnología, lo que el cliente podrá buscar en el Active Tourer es una carrocería más funcional que cualquiera de los BMW de gama baja, como el Serie 1 o el Serie 2. Sus 4,3 metros de longitud es prácticamente la misma que aquellos, pero con 1,55 metros de altura ofrece casi 15 centímetros más para conformar un interior de dimensiones notablemente más amplias y, sobre todo, funcionalmente más interesante. La banqueta trasera, como otros monovolúmenes, cuenta con regulación longitudinal para adaptar el interior a distintas configuraciones, con un maletero que llega hasta casi 470 litros, más de 100 litros extras en relación al Serie 1.
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