Con el Juke, Nissan creó un nuevo segmento, el de los pequeños SUV, y dominó durante años las ventas hasta la llegada del Captur, la respuesta de Renault en uno de los segmentos que más ha crecido en los últimos años, más de un 50% en último ejercicio 2014, y que goza de mejores perspectivas aun de cara a los próximos años. Y coincidiendo con el 30 aniversario de la división deportiva Nismo dentro de Nissan, la marca japonesa propone para este comienzo de 2015 un Juke muy especial, desarrollado con la premisa de ofrecer un SUV único, capaz de poner los pelos de punta a sus mandos.
De entrada, se convierte en la versión más potente de la gama con sus casi 220 CV fruto de una serie de modificaciones en el motor 1.6 DIG-T de 190 CV, y llega desdoblado en dos versiones, con tracción delantera o total, estrenando la primera de ellas un diferencial autoblocante imprescindible para que el eje delantero pueda transmitir con la máxima eficacia posible todo el potencial del motor sobrealimentado al asfalto, algo innecesario en el caso de la versión 4x4. No se puede decir que sea barato, pero sus 23.700 euros quedarán justificados por el simple placer de disfrutar de un modelo sin duda único.
Dado el incremento de potencia del motor, se ha reforzado el bastidor, con nuevos muelles y amortiguadores que tienen un ajuste específico en su dureza. También señala Nissan que introduce refuerzos en el chasis para aumentar la rigidez torsional y monta un equipo de frenos sobredimensionado que soporta mejor un trato exigente, con discos delanteros de mayor diámetro –pasan de 296 a 320 milímetros- y los traseros autoventilados.
La carrocería sólo está disponible en tres únicos colores blanco, negro metalizado o gris plata, y se diferencia de otros Juke por unos paragolpes específicos, unas aletas ensanchadas y elementos decorativos en color rojo, como las pinzas de freno. También por dentro de ha buscado un aire diferenciador, adoptando detalles propios de las versiones NISMO, como los asientos deportivos tipo baquet, una tira en el volante que indica su punto medio, las costuras del pomo del cambio de marchas o el fondo del cuentarrevoluciones. Opcionalmente podrá montar faros de xenón, cámaras exteriores para una visión de 360 grados y sistemas de seguridad como el de advertencia por cambio involuntario de carril, presencia de obstáculos en el ángulo muerto de los retrovisores o el detector de movimientos en la parte posterior que advierte de la presencia de un obstáculo al maniobrar marcha atrás.
Y a sus mandos, el Juke Nismo RS propone sensaciones diferentes como deportivo que es, unas sensaciones que vienen en parte de la mayor altura a la que nos encontramos. Hay otros deportivos de su tamaño y potencia, pero ninguno ofrece las sensaciones de este Juke que, con tracción total y cambio automático con levas de carreras tras el volante, consigue hacernos sentir pilotos por un día, sobre todo si nos atrevemos a descubrir su personalidad en tramos de tierra. Dócil a pesar de su potencia, acelerar a fondo en un estrecho camino y llegar a la primera curva nos lleva a descubrir la eficacia de su tracción 4x4, que ayuda a trazar la curva con un leve giro de volante y mantener las ruedas delanteras guiadas hacia el punto de salida. La motricidad es notable, y pisando a fondo salimos catapultados hacia la siguiente curva como si pareciera sencillo.
En asfalto, lo es más aún, pasando por curva a ritmo vertiginoso con un balanceo casi inexistente y una precisión casi milimétrica. Desde su altura todo parece más fácil y, bien sujetos por los asientos tipo bacquet, resulta sencillo sacar todo su potencial.
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