Tres años después de su lanzamiento, Peugeot actualiza ligeramente su más deportivo modelo, el RCZ, con cambios en el exterior principalmente en la parte frontal, en la que modifica el diseño de los faros, el parachoques y la rejilla de ventilación. En la zaga introduce un nuevo paragolpes y, el arco lateral que conforma la estructura del techo, puede estar pintado ahora también en color negro. Para mayor personalización, llegan dos tonalidades nuevas de pintura para la carrocería y dos nuevas llantas de 19 pulgadas de diámetro.
En el interior también recibe pequeños cambios, entre ellos más opciones de tapicerías y nuevos recubrimientos para algunas piezas. Mejora el equipamiento de serie con elementos novedosos como el parabrisas acústico, un parabrisas que según la marca está diseñado para mejorar el aislamiento acústico del habitáculo. Habrá que esperar a las unidades de prueba para comprobarlo. También adopta como elemento de serie el «Pack Visibilidad», que incluye el limpiaparabrisas automático, el encendido automático de luces y el retrovisor interior de oscurecimiento automático.
La gama de motores se mantiene invariable, con dos versiones de gasolina sobre la base del mismo 1.6 THP —con 156 ó 200 CV— y el Diesel 2.0 HDi de 163 CV. Eso sí, para finales de año llegará la variante más potente y deportiva de la gama, el RCZ-R, con motor de gasolina de 260 CV y un chasis puesto a punto con amortiguación más firme y una dirección más precisa y directa.
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