El interés de Volkswagen por llevar a la producción como turismo de serie el Golf eléctrico viene por tanto muy de lejos, décadas de desarrollo que ahora, en pleno 2014, ve por fin la luz. Se acaba de poner a la venta en Alemania —donde su precio se sitúa en 34.900 euros— y, en nuestro mercado, estará disponible a partir del próximo mes de julio. Hace ahora año y medio tuvimos la oportunidad de subirnos al entonces prototipo ya en un estado muy avanzado aunque sobre la carrocería de la anterior generación, y las impresiones fueron sin duda muy buenas. El modelo definitivo, ya sobre la actual generación del Golf VII, no hace sino mejorar ligeramente la eficiencia de aquél y ofrecer un grado de terminación propio de uno de los mejores compactos del mercado.
En su diseño, apenas hay diferencias respecto a cualquier otro modelo de la gama y, sólo en su interior, se descubren pequeñas diferencias, en forma de una instrumentación específica que tiene un indicador que señala si el coche está listo para funcionar, si la batería se está recargando o descargando y la potencia que el motor entrega. Además, el velocímetro, está graduado sólo hasta 160 km/h e incluye una pequeña pantalla del nivel de carga de la batería. Entre estos dos indicadores hay una pantalla que informa de autonomía, el nivel de frenada regenerativa seleccionado, el tiempo restante de recarga, el consumo de energía medio e instantáneo y el tipo de conexión que se está utilizando para cargar la batería. El espacio para ocupantes no varía y sólo el maletero pierde algo de volumen, casi 40 litros menos para quedarse en unos todavía razonables 343 litros.
El motor eléctrico rinde 116 CV de potencia, anuncia una autonomía de 190 kilómetros —en el prototipo probado hablaban de 150—y se puede recargar en una toma de corriente convencional en aproximadamente 13 horas, teniendo la velocidad máxima limitada a 140 km/h. El motor tiene tres programas de potencia, Normal, Eco y Eco+. En el modo «Eco», la potencia del motor se reduce a 95 CV, también disminuye la potencia del climatizador y la velocidad máxima está limitada a 115 km/h. En el modo «Eco+», la potencia baja a 75 CV, el climatizador se desconecta y la velocidad máxima es 90 km/h. Además hay otros programas que modifican la retención que da el motor en el proceso de frenada; a mayor retención se produce mayor recarga de la batería, aunque también existe un programa de conducción «D», en el que no hay regenerativa, puesto que el motor eléctrico no ofrece ninguna resistencia al avance.
Y aunque la autonomía del e-Golf no da para largos desplazamientos, al menos en Alemania —no sabemos aún si en España harán lo mismo—, los clientes que adquieran el Golf eléctrico pueden acceder a unas tarifas especiales para alquilar modelos de la propia Volkswagen de cara a esos largos viajes.
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